El ensañamiento de Donald Trump con la UE y su hostilidad hacia los extranjeros están convirtiendo Estados Unidos en el país a evitar. Si la semana pasada eran la aerolínea Virgin y la hotelera francesa Accor quienes advertían de que los turistas europeos empiezan a dar la espalda al país americano, ahora son las agencias de viaje españolas las que avisan de este movimiento.
Casi la mitad de ellas (un 46%) ha detectado una contracción en la demanda turística a Estados Unidos por parte de sus clientes, indica una encuesta de la Asociación corporativa de Agencias de Viajes Especializadas (Acave) sobre 400 empresas. Aún es pronto, señalan, para cuantificar la intensidad de la retirada. Ahora bien, es “suficientemente significativa” –prosiguen– a estas alturas de la temporada turística.
Asia emerge como alternativa vacacional al país americano, con Tailandia y Corea del Sur a la cabeza
Llamar a los europeos “patéticos”, imponer aranceles del 20% o los problemas en las fronteras no parecen la mejor campaña para atraer visitantes y las consecuencias, pues, ya están aquí. Las agencias explican que los españoles siguen queriendo viajar, pero, visto lo visto, están cambiando sus prioridades y Estados Unidos no está entre ellas. En cambio, están optando por otros destinos lejanos, “especialmente países asiáticos”, explica Jordi Martí, presidente de Acave. Tailandia, Corea, Vietnam o Filipinas son algunos de los países más solicitados para las vacaciones de Semana Santa, añaden desde la asociación.
Pero si entre los europeos está creciendo la animadversión viajera hacia Washington, no ocurre lo mismo en sentido contrario.
Las agencias que trabajan con turistas norteamericanos no han notado de momento ningún impacto en la demanda desde Estados Unidos hacia destinos españoles, destacan en Acave. De hecho, los americanos han vivido hasta la fecha una especie de idilio viajero con Europa. Hasta el punto de que la llegada de visitantes de ese país se ha disparado y ya representan el primer mercado extracomunitario tanto en reservas como en gasto. En ciudades como Barcelona, supone incluso el primer grupo de turistas sin contar los nacionales. Son los americanos que sí aman Europa.
En el sector turístico cruzan los dedos para que así siga siendo, y que un mensaje de Donald Trump en las redes sociales llamando a los estadounidenses al turismo patriótico no dé al traste con el gran negocio que suponen estos viajeros. Por si acaso, explican fuentes de la industria, ya piensan en mercados alternativos.