MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Río de Janeiro recibió un total de 901.991 visitantes extranjeros entre enero y abril de 2025, lo que supone un incremento del 51,9% respecto al mismo periodo de 2024 y establece un nuevo récord para el primer cuatrimestre del año, según datos presentados por Embratur durante el Visit Brazil Summit.
El dato consolida a Río de Janeiro como el principal destino turístico internacional del país y la principal puerta de entrada para los viajeros que visitan Brasil. Argentina se mantiene como el principal país emisor, seguida por Chile, Estados Unidos, Uruguay y Francia.
La directora ejecutiva de Visit Rio, Roberta Werner, atribuye estos resultados al trabajo conjunto entre instituciones públicas y privadas y al reposicionamiento estratégico de la ciudad como un destino global competitivo, seguro y atractivo.
“Este es un momento emblemático para el turismo carioca. El récord de visitantes internacionales demuestra hasta qué punto Río está preparada para recibir al mundo con excelencia, hospitalidad y experiencias únicas”, declaró Werner.
RÉCORD NACIONAL Y CLIMA DE CONFIANZA
El crecimiento en Río se enmarca en un contexto de aumento generalizado del turismo internacional en Brasil. En el mismo periodo, el país recibió 4,4 millones de turistas extranjeros, la cifra más alta desde el inicio de la serie histórica en 1970. Este volumen representa ya el 64% de la meta anual fijada en el Plan Nacional de Turismo.
Uno de los factores clave en este desempeño ha sido la mejora en la percepción de seguridad. Una encuesta del Instituto Fecomércio de Investigaciones y Análisis (IFec RJ) reveló que el 70,6% de los turistas internacionales y el 65,9% de los turistas nacionales se sintieron más seguros en Río durante el Carnaval de 2025. Muchos visitantes decidieron además prolongar su estancia debido a la buena experiencia vivida.
Las autoridades destacan que estos datos reflejan el éxito de las políticas públicas integradas, el impacto positivo de eventos internacionales de gran escala y el fortalecimiento de la imagen de Río como una ciudad vibrante, diversa y abierta al mundo.
El auge turístico también contribuye directamente al dinamismo económico, con efectos positivos en el empleo, el comercio, la hostelería y los servicios.