Desde chimeneas y estufas a barbacoas y hornos. Bosch Marín es calor y fuego. La distribuidora con sede en Sant Cugat Sesgarrigues (Alt Penedès), llega a sus cuatro décadas con un tirón en el negocio gracias a la marca propia. Le permitirá alcanzar los 8 millones de euros facturados este año. Y con el relevo familiar consolidado para mirar más allá.
Todo arrancó cuando Sebastià Bosch, fundador y administrador, se lanzó con la distribución para España de la austríaca AustroFlamm, de chimeneas, estufas y hornos. El tamaño ha ido aumentando con el paso del tiempo. Hoy importa y distribuye al por mayor una veintena de marcas, sobre todo europeas. Vende a otras empresas que a su vez venden al público. “Tratamos con unas 2.000”, detalla Bosch. La empresa estaba centrada en sus inicios en el interior de las viviendas o espacios, pero tras la covid se abrieron al sector del aire libre, con barbacoas, cocinas exteriores, estufas para terrazas y jardines... La apertura de la gama ha permitido desestacionalizar ventas, que en el pasado se concentraban de octubre a marzo. “La línea de exterior permite compensar”, señala.
El crecimiento en el exterior permite compensar la estacionalidad del negocio del pasado
A eso se suma que desde hace tres años cuenta con su marca propia, tanto para interior como exterior. Es Nora Flames, que fabrican terceros en Inglaterra o China y está sirviendo para incrementar la facturación. “Está yendo bien porque los productos son los que pide el mercado, lo que realmente necesita”. Ya aporta un 10% de las ventas. “Intentamos tener producto de mucha calidad con precio contenido”, explica Bosch. Esa apuesta de calidad asegura que ha estado desde los primeros días. “Si importásemos coches, seríamos como el distribuidor de Rolls-Royce, Ferrari o Mercedes-Benz de las chimeneas”, ejemplifica.
La previsión es facturar este año 8 millones de euros, con un crecimiento del 20%. “La marca propia es uno de los motores. Ha habido también una recuperación del mercado tras la caída poscovid y ayuda que nosotros ofrecemos más producto”, repasa Bosch. “El 2022 fue un año muy bueno, tras la pandemia la gente descubrió el exterior, los jardines... y todo hizo que fuera un año espectacular. Los dos siguientes hubo caídas, y ahora remontamos”, detalla. Han sido años de “reposicionamiento y reestructuración” del mercado, sigue. España, Andorra y Portugal aglutinan sus clientes.
Bosch Marín es empresa familiar. Mucho: los tres hijos de Bosch ya están metidos en el negocio. En total emplea a 27 personas: “El acento en el producto propio nos permitirá ir creciendo y aumentando la cifra de negocio”, plantea para el futuro. La sede en Sant Cugat Sesgarrigues aglutina las oficinas, el almacén y el showroom .


