El presidente de la Mesa de Turismo, Juan Molas, ha calificado de ejemplar y de toque de atención importante la multa que ayer impuso el ministerio de Consumo a Airbnb por anunciar 65.000 pisos turísticos sin licencia. El responsable ha afirmado que “a ver si de una vez por todas se comercializan solo las viviendas legales y la competencia desleal va desapareciendo del sector”.
Molas se pronuncia así en el mismo sentido que lo hizo ayer Gabriel Escarrer, presidente de Meliá Hoteles y expresidente de Exceltur, que consideró adecuada la medida y remarcó que ya se había avisado a la plataforma en varias ocasiones. Consumo ha multado con 64 millones de euros a la plataforma por estos anuncios irregulares, la segunda mayor sanción después de la impuesta a Ryanair de 108 millones de euros.
La Mesa centró su rueda de prensa de hoy de todos modos en presentar lo que estiman serán las cifras de cierre de año del sector turístico en 2025, un nuevo año de récord. España se quedará este año a las puertas de los 100 millones de llegadas de turistas internacionales, una cifra “redonda e histórica” para un sector económico que aportará más de 70.000 millones de euros de superávit a la Balanza de Pagos en 2025, según las previsiones de la Mesa del Turismo.
Su presidente, Juan Molas, ha avanzado este martes en rueda de prensa que el sector turístico español cerrará el presente ejercicio mejorando los resultados de 2024, lo que confirma su fortaleza y su capacidad de adaptación a pesar del impacto de la subida de precios en el comportamiento de la demanda y en la evolución de la cuenta de negocio de las empresas.
Encaran 2026 con optimismo y un horizonte de crecimiento moderado
Asimismo, “encaramos 2026 con un espíritu optimista y un horizonte de crecimiento moderado, pero sostenido, respaldado por unas previsiones favorables”, que se sustentan en el incremento de la reserva de 'slots' aéreos para la temporada y en el número de congresos y grandes eventos para el turismo MICE (reuniones, incentivos, conferencias y exhibiciones) a lo largo del año. Descartaron en todo caso poner cifras a este crecimiento moderado, por la incertidumbre general en el contexto geopolítico.
En principio, si no hay “ningún acontecimiento internacional o nacional que, de alguna forma, perjudique la actividad turística”, se prevé un primer semestre del año “de plena normalidad e incluso con algún pequeño incremento en algunos meses en relación al 2025, con lo cual podemos tener un 2026 francamente bueno”, ha estimado Molas.
Para el presidente, la aparente bonanza no debe suponer no hacer mejoras en el sector. En su opinión, el sector debe mantenerse vigilante ante la creciente competencia de destinos que ganan cuota en el Mediterráneo como Grecia, Chipre, Turquía, Croacia o los más recientemente incorporados: Montenegro y Albania.
Estos destinos se perfilan como rivales muy sólidos de precio y novedad, lo que exige que seamos capaces de reforzar la diferenciación, la calidad y la sosteniblidad como elementos distintivos de la propuesta turística española, ha agregado.
Para la Mesa del Turismo, la creciente competencia no es el único desafío que debe afrontar el sector turístico español, sino que también apunta a algunos retos estructurales, entre los que se encuentran la necesidad de establecer en los destinos maduros o con riesgo de saturación un equilibrio residente-visitante que se apoye una medida rigurosa de la capacidad de carga (sanitaria, social o urbanística).
Otro asunto pendiente es el reconocimiento social de las profesiones turísticas y la retención de talento en el sector, unido al “escándalo” del absentismo laboral, que “amenaza a la capacidad del sector para mantener su posición de liderazgo”, según Molas

