El apagón eléctrico generalizado del 28 de abril de 2025 ha sido una llamada de atención para el tejido empresarial catalán, especialmente para las pymes. Según datos recientes del Observatorio de la Pyme de Catalunya, el impacto económico acumulado supera los 878 millones de euros, con pérdidas medias que pueden llegar hasta los 25.818 euros por empresa, dependiendo de su tamaño y actividad.
Este informe constata que casi tres de cada cuatro empresas sufrieron una parada total de su actividad durante el apagón, y cerca de la mitad tuvieron que reducir la jornada laboral. Pero más allá de las pérdidas materiales y económicas, la crisis ha evidenciado graves carencias estructurales.
Construir un entorno empresarial preparado
Las pymes manifiestan una clara voluntad de evolucionar hacia una mejor preparación para hacer frente a situaciones como el apagón general. Para mejorar la resiliencia ante posibles apagones futuros, se recomienda seguir un protocolo de actuación estructurado en tres fases:
Antes del apagón (fase preventiva)
- Revisar equipos de soporte: comprobar que los SAI y generadores funcionan correctamente.
- Tener copias de seguridad actualizadas y almacenadas fuera de la empresa.
- Formar al personal sobre qué hacer en caso de apagón.
- Disponer de kits de emergencia: linternas, baterías externas, radios, etc.
- Clasificación de riesgos por áreas: identificar zonas y equipos críticos y establecer prioridades.
- Comunicación automática de incidencias: sistemas que alerten automáticamente al personal técnico.
- Simulacros regulares: programar pruebas periódicas para evaluar la respuesta.
- Manual de uso rápido para equipos: fichas visuales con instrucciones para proteger equipos.
- Monitorización remota: controlar el estado eléctrico y de los equipos a distancia.
- Redundancia de servicios: tener servicios duplicados en ubicaciones diferentes si es posible.
Durante el apagón
- Asegurarse de que todo el mundo está bien y en lugar seguro.
- Activar la iluminación de emergencia.
- Evitar el uso de ascensores o maquinaria.
- Desconectar ordenadores, servidores y equipos electrónicos para evitar daños.
- Aprovechar el tiempo del SAI para guardar trabajos y apagar sistemas de forma segura.
- Informar a todo el personal de la situación y de las acciones a seguir.
- Contactar con la compañía eléctrica para obtener información sobre la duración estimada.
- Encender el generador si está disponible y autorizado.
- Priorizar la energía para sistemas críticos (servidores, comunicaciones, seguridad).
Después del apagón
- Esperar unos minutos antes de reconectar equipos para evitar picos de tensión.
- Comprobar el estado de los sistemas y datos.
- Registrar el incidente: hora de inicio y fin, afectaciones, acciones tomadas.
- Revisión post-incidente: evaluar qué ha funcionado y qué se puede mejorar.
- Aplicar acciones correctivas y actualizar el protocolo si es necesario.
Demandas a la Administración
El tejido empresarial y las administraciones no estaban suficientemente preparados para afrontar una incidencia como esta. A partir de la encuesta, se identifican un conjunto de necesidades empresariales prioritarias sobre cómo puede actuar la administración ante este tipo de situaciones:
- Comunicación institucional efectiva: las empresas reclaman canales de información más ágiles y fiables, con notificaciones multicanal y mensajes claros sobre las incidencias y los tiempos estimados de resolución.
- Protocolos oficiales de actuación: muchas empresas no saben qué hacer cuando todo se apaga. Por eso, piden que se definan y difundan protocolos coordinados con las distribuidoras y servicios públicos.
- Ayudas para mejorar la resiliencia: la inversión en generadores, sistemas SAI, copias de seguridad en la nube o planes de continuidad del negocio supone un esfuerzo que muchas pymes no pueden asumir solas. Se reclaman subvenciones específicas para facilitar estas medidas.
- Asesoramiento y apoyo técnico: las empresas quieren contar con profesionales que les ayuden a implantar medidas preventivas, formación para el personal y simulacros periódicos para poner a prueba los planes de actuación.
El apagón ha sido una advertencia. Las pymes catalanas no solo necesitan recuperar las pérdidas, sino también garantizar que una situación similar no vuelva a tener consecuencias tan graves. Por ello, es necesario apostar por la colaboración público-privada para construir una infraestructura más sólida y dar una respuesta más eficiente ante emergencias de este tipo.