¿Alguna vez has soñado con llevar el Mediterráneo a tu hogar? Aiguavista, una empresa familiar con una sólida tradición en el sector textil, lo ha hecho posible. Su propuesta sostenible y emocionalmente evocadora busca transformar nuestros hogares en un oasis de confort y bienestar, utilizando tejidos y colores que nos transportan a la Costa Brava. Cada prenda de Aiguavista es una experiencia sensorial única, diseñada para conectarnos con nuestras emociones más profundas y hacernos sentir como si estuviéramos envueltos por la calidez del sol y la frescura del mar.
Dos familias unidas por su pasión por el textil
Detrás de esta innovadora propuesta se encuentra una historia de amistad y tradición familiar. Los fundadores de Aiguavista (José María Pujadas y Frédéric Guiet), dos familias unidas por su pasión por el textil y su amor por la Costa Brava, decidieron embarcarse en este proyecto con el objetivo de compartir con el mundo las sensaciones que ellos mismos experimentan cada vez que visitan su casa en Aiguavista. “Diseñar una colección es como volver a casa”, explica José María Pujadas, hijo del fundador e integrado en la empresa. “Hay algo íntimo, cálido, familiar en cada tejido que elegimos”.
Apuesta por materiales sostenibles y de alta calidad
Para lograr transmitir estas emociones, Aiguavista apuesta por materiales sostenibles y de alta calidad, como el lino, el lyocell y el cáñamo. Cada fibra aporta una sensación diferente: el lino, con su elegancia imperfecta y su tacto rústico; el lyocell, con su suavidad inesperada y sedosa; y el cáñamo, con su carácter y compromiso ecológico. La combinación de estas texturas en una misma prenda o en una misma cama crea una experiencia sensorial única, que evoca las múltiples sensaciones que se pueden experimentar en un día en la costa mediterránea.
Cada material provoca una emoción que te lleva a la costa mediterránea
Pero Aiguavista no solo se preocupa por la calidad de sus tejidos, sino también por la sostenibilidad de su producción. La empresa trabaja de la mano con talleres en Portugal, a los que cada año invita a descubrir la Costa Brava para que puedan impregnarse de la esencia de la marca. “No se trata solo de fabricar bien, sino de impregnar cada tejido con la emoción y la calma que nace aquí”, señala.
Cada pieza está diseñada para evocar un momento
Esta filosofía se refleja en cada una de las prendas de Aiguavista, desde las sábanas hasta los albornoces, pasando por los pijamas y los cojines. Cada pieza está diseñada para evocar un momento, una sensación, un recuerdo: la arena seca bajo los pies, la brisa cálida en la cara, el azul intenso del mar al atardecer. “Nos imaginamos a nuestro cliente cerrando los ojos, tocando el producto y sonriendo”, confiesan. “Buscamos sorprenderlos, que ese primer contacto sea casi como una caricia inesperada”.
Y parece que lo están consiguiendo. Los clientes de Aiguavista no dudan en compartir sus experiencias con la marca, y sus testimonios son un reflejo de las emociones que la empresa busca transmitir. “Estas fundas han llevado nuestra cama a la orilla y el Mediterráneo nos ha susurrado con una brisa toda la noche”, escribe una clienta. “Cuando llego a casa encuentro refugio, sosiego y armonía”, añade otra.
Se prepara para abrir su primer estudio en Barcelona
Objetivo: abrir un estudio en Barcelona
Ahora, Aiguavista se prepara para dar un paso más en su misión de llevar el Mediterráneo a los hogares de todo el mundo: abrir su primer estudio en Barcelona. Un punto de encuentro donde los clientes podrán sumergirse de lleno en la experiencia sensorial que propone la marca, tocar sus tejidos, descubrir sus colores y, sobre todo, dejarse llevar por las emociones que despiertan. Porque, al final, de eso se trata: de crear un hogar que nos haga sentir bien, que nos reconecte con nosotros mismos y con la naturaleza. Un hogar que sea nuestro particular rincón del Mediterráneo, nuestro refugio, nuestro lugar en el mundo. Y Aiguavista está aquí para hacerlo posible.
Lecciones de Vanguardia
José María Pujadas, marketing y comunicación de Aiguavista
“Cuidar los detalles es esencial. Cuando empiezas, tus clientes son el mejor altavoz. Diferenciarte no siempre quiere decir hacer grandes cosas, sino hacer las pequeñas muy bien y con coherencia”.
“La confianza se construye con transparencia y autenticidad. Ser fiel a tus valores, aunque el camino sea más lento, te permite crear una marca sólida y querida. Emprender es un viaje de aprendizaje constante. Cuando trabajas con pasión y cuidas a las personas, tanto a los clientes como al equipo, la recompensa llega”.

