En un eco global, Nueva York vibra con la protesta “No Kings” contra Trump mientras los cielos de Washington estallan en fuegos artificiales, una celebración del poderío militar, en Bat Yam, Israel, el horror busca supervivientes entre escombros de misiles iraníes. El Papa León XIV, en la Basílica de San Pedro, alza el Evangelio, un faro de fe en tiempos turbulentos. En Gaza, la tragedia se cierne sobre el funeral de un palestino, víctima de la incesante violencia. Barcelona, hastiada del turismo masivo, ruge en protesta, sus calles sitiadas. En São Paulo, la Marcha de la Marihuana clama por un cambio climático y social. En Panamá, Barajas Vivas desafía la gravedad en la gimnasia. Finalmente, en La Paz, Bolivia, los féretros de dos héroes policiales, Calle y Mamani, son honrados, un tributo al sacrificio.