Nicolás Colate Vallejo-Nágera fue uno de los rostros más buscados en la X Cena benéfica celebrada por la fundación Infancia sin Fronteras en Madrid, en la que se recaudaron 74.000 euros que se destinarán a su programa de cooperación Salud Materno Infantil y una parte a los damnificados por la DANA. Está especialmente sensibilizado con todo lo que atañe a los niños, particularmente por la angustiosa situación que está viviendo en carne propia: en junio pasado regresó a España con su hijo, Andrea Nicolás, nacido de su frustrado matrimonio con la cantante Paulina Rubio.
Su historia con la artista mexicana había terminado, la decisión de separarse estaba tomada y Colate ya tenía la vista puesta en su regreso a España. Entonces dos palabras cambiaron su vida para siempre: “Estoy embarazada”. Esa responsabilidad lo ha tenido atado a Miami durante más de 13 años.
Lo que más me está costando de retomar mi vida en España es que pensaba que iba a estar con mi hijo, pero… se ha tenido que ir

La X Cena benéfica celebrada por Infancia sin Fronteras en Madrid recaudó 74.000 euros que se destinarán a su programa de cooperación Salud Materno Infantil y a los damnificados por la DANA
En junio regresó definitivamente a España para comenzar su nueva vida con Andrea Nicolás: el chico quiere vivir aquí, donde tiene toda su familia paterna y el grueso de la materna, y había comenzado el curso escolar en Pedraza, localidad segoviana núcleo familiar de los Vallejo-Nágera, cuando una orden judicial truncó sus planes. Su madre vino a llevárselo. “Lo que más me está costando de retomar mi vida en España es que pensaba que iba a estar con mi hijo, pero… se ha tenido que ir” explica en conversación con La Vanguardia. “Tenemos causas abiertas en España y en EE. UU., lo que es una salvajada a estas alturas de la vida. Con un niño de 14 años de por medio, vivir así es muy duro”.

La expareja en tiempos más felices.
Participé en un reality de convivencia para México y EE.UU. en el que no me hubiese metido en otras circunstancias”
La recogida del menor comenzó mal desde el principio: pese a que la decisión del juez obliga a que sea su madre quien se haga cargo, Paulina Rubio no apareció en la fecha convenida –adujo que había perdido el vuelo–, por lo que envió a su hermano y su cuñada a por él. Colate, en su derecho, se negó a entregarlo.
El 28 de octubre la mexicana aterrizó en Barajas y el encontronazo, Policía Nacional de por medio, fue uno de los episodios más amargos que Colate y su hijo hayan vivido. Y van unos cuantos. Según ha podido saber este medio, el niño accedió finalmente a marcharse con la artista cuando entendió que si se parapetaba tras su padre desobedeciendo una orden judicial, él sería responsable y se enfrentaría a graves consecuencias penales. El conflicto sigue y Colate no va a bajar los brazos: su hijo quiere vivir con él y luchará por conseguirlo.
Hasta tiempo reciente se ha sentido como David frente a Goliat: al romper, de Miami hacia abajo era un español desconocido que pretendía hacer daño a la superventas mexicana en la pugna por la custodia de su hijo. “Fue muy duro al principio; se vendió una imagen muy negativa de mí, pero bueno, a raíz de mis trabajos en televisión allí, de mi participación en programas, de que la gente me conozca, todo eso ha cambiado y he pasado de sentirme odiado a sentirme muy querido por la prensa y la opinión pública. De hecho, participé en un reality de convivencia para México y EE.UU. en el que no me hubiese metido en otras circunstancias”. Pero lo hizo. Y fue por su hijo.