Mientras la ruidosa y feliz casa de Los Serrano se ponía en marcha cada mañana en un desayuno ante la cámara con Marcos guiñando un ojo a Eva, el azorado Diego tratando de ser cabeza de dos familias y Lucía poniendo sensatez en el caos, al otro lado del escenario todo era muy distinto para Guille, el travieso hermano mediano.
Sus padres
Ninguno de los dos vive ya y él continúa amándolos
Víctor Elías (Madrid, 1991) recuperó esos desayunos cálidos y familiares cuando se fue a vivir con sus tíos Carolina y Manuel. Su hogar ya no existía: semanas atrás, un agente de Policía le había formulado la misma pregunta que oyó otras veces: “Estás a cargo de tu madre, eres menor de edad y ella está alcoholizada. ¿Quieres denunciar?” Y contestó que sí, una respuesta demasiado grave para un crío de 13 años. Cómo llegó a ese momento lo cuenta en Yo sostenido, historia de un juguete casi roto (Planeta), biografía que solo ha podido escribir tras perdonar a sus padres y a sí mismo. Ninguno de los dos vive ya y él continúa amándolos. Medita, les pone velas ofreciéndoles la luz que perdieron en la madurez de sus vidas y emocionalmente permanece muy unido a ellos.

Víctor acaba de publicar su biografía, un relato al que Pablo Díaz Morilla ha contribuido a darle forma.
Sus padres eran artistas de renombre: Liberto Villagrasa, internacionalmente reconocido intérprete de arpa, y Amelia del Valle, actriz a quien vimos en Turno de oficio y El comisario. La primera presión que Víctor sintió sobre sus hombros fue la del legado: “Desde pequeño oía decir lo buena actriz que era mi madre. La gente lo hace con la mejor intención, pero claro, hay un poso que siempre está ahí. Entre las cosas que me enseñaron mis padres, está lo poco que dura este trabajo, la fama, el éxito... También la importancia de saber enfrentarse al fracaso”. Su primer portazo fue al ser rechazado para Cuéntame: “Nueve años y viejoven”, reflexiona en su libro. “Choca que un niño de nueve años también puede ser mayor para un papel”. Pero siguió en el oficio y llegó Los Serrano.
Choca que un niño de nueve años también puede ser mayor para un papel
A medida que su fama crecía, se achicaba el brillo de su madre. El teléfono sonaba en casa por él, no por ella, que ya había comenzado a beber: “Sus problemas eran cada vez más visibles. Imagino que hubiera sido más fácil de ocultar si solo tuviera que mantener su curro, pero atender también al mío implicaba estar delante más personas, algunas de las cuáles eran las mismas que la contrataban a ella”. Recuerda Víctor encontrar una casa vacía al llegar del rodaje y echarse a los bares de Malasaña para buscarla. “El libro está escrito desde el perdón más absoluto hacia mí y a ellos. Es también esa conversación que a lo mejor se nos quedó en el tintero. Todo lo cuento desde mi lugar: el calvario que pasó mi madre fue el suyo y el de mi padre, también. Y ahí radica el perdón: sé lo que habéis sufrido pero esto fue lo que yo viví”.
Sé el calvario que pasó mi madre y también mi padre. Y ahí radica el perdón: sé lo que habéis sufrido pero esto fue lo que yo viví

Víctor Elías es hoy un consumado pianista y reputado director musical.

Antonio Resines, Belén Rueda, Verónica Sánchez, Víctor Elías, Fran Perea, Jorge Jurado, and Natalia Sánchez en 'Los Serrano' (2003).
Si bien Amelia creció sometida a una madre con delirio paranoide diagnosticado y Liberto fue enviado desde Suiza a Paraguay siendo un niño para perfeccionar la técnica del arpa, las muescas en la biografía no justifican descender a lo más profundo de las adicciones: “La adicción es una putada que no eliges. Es una enfermedad mental que debemos normalizar, como la depresión o la ansiedad. Ahora bien, en cuanto eres consciente de que tienes un problema, tú decides”.
Fran Perea es el hermano mayor que pedí a mis padres por Reyes
Y Víctor, que ha logrado salir de una dinámica rutinaria de consumo de drogas y alcohol, habla sin tapujos. No fue culpa de quien le ofreció la primera raya sino de sí mismo: “Me hice adicto porque quise”. Fue su elección. Él lo explica así: “En el fondo se trata de evadirse de problemas, sea mediante sustancias, deporte, sexo o videojuegos. Tiene que haber un momento en que decidas poder estar contigo las 24 horas del día y esa decisión sí es propia. La primera vez que en el día decides consumir se abre la alternativa: quieres o no quieres parar. Hasta que decidí entrar en recuperación, han pasado años de no querer parar”. Hoy, no se permite ni beber una caña. “El que es adicto lo es para siempre”, sentencia.

Fran Perea y Víctor Elías fueron Marcos y Guille en 'Los Serrano', la ficción española más exportada antes de la eclosión de las plataformas de streaming.
En este periplo le ha acompañado Fran Perea, “el hermano mayor que pedí a mis padres por Reyes” y desde hace tres años, Ana Guerra. Se enamoró y apostó por él. “Ana me aceptó desde el minuto uno tal y como era. Le conté mis problemas y me dijo ‘vamos con todo, funcione o no’. Es la primera mujer que me dijo, vale, te acepto tal y como eres, vamos a ver qué pasa. Y bueno, hasta hoy, que nos hemos casado (risas)”.