Anne Igartiburu ha sido uno de los rostros más recurrentes de la televisión en España durante los últimos 25 años. La oriunda de Elorrio convirtió la crónica social en una constante en las vidas de muchos, gracias a su rol como presentadora en D Corazón. Sin embargo, su experiencia va más allá con puestos en Telecinco y Euskal Telebista, donde inició su carrera. Ahora, pero, se enfrenta a un final de año lleno de reveses y complicaciones.
Durante las últimas semanas, Televisión Española ha ido anunciando los distintos componentes de su programación navideña. A pesar de perder el especial de La Revuelta por el ingreso hospitalario de Raphael, La 1 emitirá un regreso adicional del Grand Prix, la undécima temporada de MasterChef Junior, la gala Inocente, Inocente y el especial musical Telepasión, entre otros. De todos estos programas, Igartiburu solo participará en el último con un número musical.

Anne Igartiburu presenta en Televisión Española el programa 'D Corazón', desde 1997
A esta ausencia de la cadena, donde tampoco presentará las Campanadas, se le suma una pérdida en su familia. El Televisero ha comunicado la muerte del padre la nativa de Elorrio, José Manuel Igartiburu. La presentadora ha llevado el duelo en privado hasta este anuncio, teniendo la oportunidad de despedirse de su progenitor en compañía de varios de sus seres queridos. Recientemente, la conductora de D Corazón compartía un escrito sobre su figura.
“Caminar a tu lado. Sé que cada vez lo hacemos menos. Y que cada paso es uno más para darle importancia al instante. Le digo a mis ganas que aún quedan paseos, charlas y silencios. Al fondo nuestros montes. Nuestro camino. Me has dejado andar el mío, en la distancia, sin agobiar, creando un puente perceptible y a la vez muy laxo”, comenzaba la periodista en su carta, acompañada de una fotografía de ambos.

Anne Igartiburu en la presentación de los complementos alimenticios Pleniage, donde moderó una charla sobre longevidad activa y saludable
Seguir adelante
En el que nos hemos acercado cuando lo hemos necesitado. Me gusta lo que ha quedado en mí y lo que sigue emergiendo de tus enseñanzas. Los libros, la música, la poesía, el arte, el deporte, la actitud, el arranque, el criterio, el ir a contracorriente y cuestionarlo todo. Las risas y los silencios. Salir a correr, subir una montaña, leer un ensayo o escuchar a Bach y Paco Ibañez o Laboa. Todo, todo, todo aporta”, añadía Igartiburu.
“Viajar en bici e interpretar artículos del periódico, recortar noticias y buscar soluciones a un plano en alzada. Visitar lugares, dormir al raso y compartir un bocata al llegar arriba del monte. Todo, todo aporta y nada cae en saco roto. Tu gestión del duelo y tu tirar 'palante'. Pues eso, vamos adelante”, concluía en su escrito.