Martiño Rivas es uno de los actores más reconocidos de nuestro país. El gallego, de 40 años, reconocido por papeles en series como El Internado o Las Chicas del Cable, se encuentra en un muy buen momento a nivel personal y profesional. Actualmente, se encuentra centrado en la promoción de la nueva serie Ella, maldita alma, que protagonizará junto a Maxi Iglesias y Karina Kolokolchykova. En la presentación de esta producción, el actor ha revelado cómo se encuentra actualmente su corazón.
Martiño ha reaparecido en la presentación de la serie inspirada en el relato homónimo de su padre, Manuel Rivas. La producción se ha grabado en Conil de la Frontera, algo que ha provocado que pase mucho tiempo allí. “Aquí se está muy bien. Vine un fin de semana con mi hija y ahora quiere venirse a vivir a Conil”, expresaba el actor. Se trata de la pequeña Ayo, la hija de seis años que tiene en común con la bailarina Kayoko Everheart.

Martiño Rivas y Lily Fofana en una imagen de archivo
“La peque ha dicho de venirte a vivir aquí, ¿te gustaría?”, le preguntaba un reportero de Europa Press. “Sí, solo tengo que encontrar una chica de aquí”, bromeaba entonces, dejando claro que actualmente no tiene pareja. Algo que se podía intuir, puesto que fue en octubre de 2023 cuando Rivas publicó su última foto en redes sociales con la modelo Lily Fofana, con quien había mantenido una relación durante más de dos años.
Tras esta revelación, el actor se sinceraba sobre cuáles son los requisitos para que una chica llegue a su corazón. “Estabilidad, calma y paz”, decía entonces. “Quiero alguien que me haga de contrapunto. La estabilidad me parece lo más atractivo del mundo. Quiero rutina, alguien que no tenga pujos con Hacienda, que esté al día. Todo organizado. Hay un proceso hasta que descubres verdaderamente”, sentenciaba.
Por otro lado, también se sinceraba sobre su faceta como padre. “El trabajo viene después. Ser buen padre es la prioridad número uno”, explicaba. Precisamente, sobre este tema también se abría en canal recientemente en el podcast Todos somos 144. “Pienso en mi hija e inmediatamente eso me lleva a un lugar feliz, es un estímulo que me provoca una sonrisa inmediatamente y me hace sentir bien. Y al mismo tiempo va de la mano con ¿cómo estará? ¿qué estará haciendo? ¿qué le pasará? Estás constantemente en un modo de alerta, un rol de protección”, expresaba.