La pasada noche de San Valentín resultó ser un desastre para Nicole Kidman y su pareja, el músico de country, Keith Urban, después de que varios ladrones asaltaran su residencia de Los Ángeles, mientras la pareja se encontraba fuera de la ciudad, según ha informado el portal de noticias norteamericano TMZ.
Los hechos se produjeron después de que los intrusos consiguieran acceder a la vivienda de la actriz, ubicada en la lujosa zona de Beverly Hills, tras romper uno de los ventanales de la casa.
Fue el ruido de la llegada de un miembro del personal doméstico a la residencia de la intérprete australiana, lo que consiguió ahuyentar de inmediato a los intrusos del recinto. Hasta el momento, no se ha confirmado si se han sustraído objetos de valor de la pareja. Tampoco se ha producido ningún tipo de detención, según ha informado la policía.
La propiedad, en la que también residen las dos hijas adolescentes del matrimonio, fue adquirida por ambos artistas en 2008 por el valor de 4,7 millones de dólares. La vivienda cuenta con 370 metros cuadrados de extensión, distribuidos en cinco dormitorios, cuatro baños y una enorme piscina.