María Pombo es a día de hoy una de las creadoras de contenido más populares y exitosas del panorama actual español. La madrileña, que cuenta con más de 3,3 millones de seguidores en sus redes sociales, no solo ha conseguido convertirse en una de las figuras más importantes del mundo de las influencers, también ha conseguido hacerse un hueco en el mundo empresarial, donde tiene una sólida fuente de ingresos gracias a sus diversos negocios.
Y ha sido justo una de sus empresas el tema central de su reciente entrevista en el podcast Act2ality. La creadora de contenido tiene su propio documental en Prime Video, una firma de ropa, un festival y un restaurante dedicado íntegramente a uno de los platos más tradicionales de nuestro país: la tortilla de patata.
María Pombo posa ante las cámaras
Se trata de La Martinuca, un local que ofrece 10 opciones de tortilla y que triunfa entre los amantes de la tortilla por su delivery. Durante su entrevista en el mencionada podcast, María Pombo confesaba que este negocio se ha convertido en el más rentable de todos, ya que recibe 3.000 pedidos a la semana.
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''Los márgenes son más sencillos. Al ser comida, hay más beneficios que con una marca de ropa'', confesaba. Pero la sorpresa llegaba cuando la influencer revelaba la desorbitada cifra de dinero que había facturado la empresa. ''Hemos facturado este último año casi 3,5 millones de euros y recibimos 3.000 pedidos a la seman''. afirmaba.
Tal y como explicaba, el éxito del restaurante está en el simple hecho de que la idea nace a raíz de una receta de una abuela real. Además, su objetivo era ''reivindicar el legado cultural de la tortilla de patatas, un plato que une a todos los españoles''. ''Mi amigo Viti, Víctor Naranjo, compartió con nosotros la idea y la receta de su abuela Martina y, desde ese momento, supimos que estábamos ante algo especial'', contaba.
Y aunque explicaba que no quiere que ninguno de sus comercios ''dependa de su imagen'', la creadora de contenido era consciente del impacto que tenía su imagen en redes y a nivel empresarial: ''Si quiero que funcionen bien y sea rentable, tengo que dejar las redes. Pero tampoco puedo, porque dependen de mis redes. Es un poco el pescado que se muerde la cola'', afirmaba a la vez que comentaba que era socia del negocio junto a otras cuatro personas.