Andreu Buenafuente acaba de hacer 60 años, pero asegura sentirse más joven que nunca. “A mí dame reguetón, Bad Bunny, chándals de licra, dame TikTok e IA”, le lanzaba a su compañero de programa, Berto Romero, cuando le recordaba que pertenecían a la generación de Star wars, Los Goonies y el teléfono de góndola.
Durante el último episodio del pódcast Nadie sabe nada, el humorista de Reus ha compartido su nueva filosofía de vida, inspirada, ni más ni menos, que Clint Eastwood. Con 94 años, la leyenda del cine norteamericano sigue dirigiendo películas —la más reciente, Jurado número 2— y asegura mantenerse activo gracias a una premisa sencilla pero poderosa: no dejar entrar al viejo.
El método “Clint Eastwood”
No dejar entrar al viejo, literalmente
Berto Romero lo explicaba: “El viejo es quien se rinde, quién se aburre, a quien se siente amortizado, a quien le es igual todo... Y cuando el viejo entra, va hasta el fondo y a nadie lo saca de ahí”. Ante esta premisa, Andreu Buenafuente ha respondido con firmeza: “Tengo el pomo de la puerta bloqueado con una silla para que no me entren los viejos del barrio en casa”.
A quien sí que deja entrar Buenafuente en su casa es a los amigos y amigas de su hija, todo para compensar con una dosis de juventud. “Si me preguntan si pueden pasar a jugar con mi hija, adelante, hombre.”
Sea como sea, parece que el viejo se acabará colando por las rendijas. Cuando un oyente ha preguntado a los humoristas por una duda en su TFG ('trabajo de final de grado'), ninguno de los dos sabía qué significaban las siglas.
Más adelante, Buenafuente ha confesado que el Ayuntamiento de Barcelona le ha dejado en el buzón la tarjeta con descuentos de jubilados, que ofrece varios descuentos a las personas de más de 60 años. “No pienso ir a activarla”, ha asegurado, firme en el pensamiento de Clint Eastwood.