Con tan solo 22 años ya comenzó su particular idilio con el mundo de la televisión, y a fecha de 2025 puede enorgullecerse Verónica Dulanto de ser uno de los rostros estrella de Telecinco. Quién le hubiera dicho a aquella joven madrileña, que se animaba a aterrizar en la pequeña pantalla en el extinto Canal 7, que terminaría presentando su propio programa diario en la televisión nacional. Así sucede desde que en el inicio de este año, Ana Rosa Quintana regresó a las mañanas de la cadena, y ella y Frank Blanco fueron anunciados como encargados de cogerle el testigo al frente de Tardear.
Un triunfo más que se añade a su ya dilatada trayectoria en los medios de comunicación, pues en ningún caso es este el primer trabajo que lleva a cabo para Mediaset. Basta con echar la vista atrás, a aquel 2005, hace ya dos décadas, en el que comenzó a ejercer como redactora y reportera de El programa de Ana Rosa, donde se mantuvo hasta 2016. Después vendrían otras oportunidades, como En el punto de mira de Cuatro, y ya el salto a otros espacios como Ya es mediodía o Fiesta en el papel de presentadora suplente. Incluso ha conducido programas especiales de Nochebuena y Nochevieja, que se dice pronto. Sea como fuere, entre la vorágine laboral, ¿qué hay de su vida privada?
Un golpe duro
El padre de la periodista murió cuando ella tenía seis años
No destaca Dulanto por ser un perfil mediático interesado en exponer su faceta más personal. La periodista entiende su presencia laboral como algo limitado a ese oficio de comunicar que tanto disfruta, y de ahí que no sean demasiadas las cuestiones acerca de su día a día que han trascendido. En cualquier caso, y dada su exposición cada vez más frecuenta, sí hay algunos detalles que han visto la luz en los últimos años. Véanse los que atañen a su lado familiar.
Comenzando por la familia que ella misma ha construido, pues aunque quizás la mayoría de la audiencia no lo tenga presente, Verónica es madre. Por partida doble, además, pues es de dominio público que tiene dos hijas, nacidas de la unión con Andrés, su marido. Ese núcleo de incondicionales que es su mayor orgullo, y que desafortunadamente ella no vivió del mismo modo en su seno familiar cuando era una niña. Porque cuando solo tenía seis años, la comunicadora perdió a su padre.

Verónica Dulanto en una fotografía de redes sociales.
Un golpe muy duro para los suyos sobre el que en los últimos años ha hablado abiertamente. En 2023, en declaraciones para SEMANA, expresaba que “”claro que me hubiera encantado crecer con mi padre y que hubiera visto todo esto que me está pasando, pero la vida es así y no se puede hacer nada”. Ese lamento que se ha diluido porque “aprendes a vivir con ello totalmente”, tal y como ella misma añadía en su conversación con los periodistas de la mencionada revista.
Su mayor apoyo
El papel clave de su madre, a quien define “guerrera y valiente”
A finales del pasado año, Dulanto incidió de nuevo en el asunto cuando era preguntada al respecto en una entrevista para ¡Hola!. “Es una pena porque apenas tengo recuerdo porque era muy pequeña, así es que creo que no lo pasé excesivamente mal, o eso cuenta mi madre también”, se abría, poniendo sobre la mesa la figura de su progenitora, a quien define como “una mujer increíble”.

Verónica Dulanto y su madre en una imagen de redes sociales.
Para muestra de esa adoración que siente la informadora por su madre, las fotografías de ambas que ella misma comparte en sus redes sociales donde se evidencia su sólido vínculo. Instantáneas que acompaña de textos conmovedores, en los que la describe “guerrera, valiente, con una fortaleza fuera de lo común cuando la vida le mostró su cara más amarga”. Eso y que “no conoce la palabra derrota (…). Y si soy lo que soy a día de hoy, es gracias a ella”. El espejo donde se mira, y por siempre su bastón para seguir avanzando.