Michelle Obama desvela al fin por qué no asistió a la investidura de Donald Trump

Da explicaciones

La ex primera dama estadounidense es una defensora de practicar el “arte de decir no”

Michelle Obama

Michelle Obama

Kirsty O'Connor / Terceros

Cuando Barack Obama apareció solo en la investidura de Donald Trump en enero, los rumores de separación de su esposa, Michelle, volvieron a dispararse. Unos días antes, el expresidente también acudió solo al funeral de Jimmy Carter. Ahora, en su podcast IMO With Michelle Obama and Craig Robinson (que presenta junto a su hermano), Michelle y su invitada, la actriz Taraji P. Henson, han hablado con franqueza sobre qué significa vivir bajo el foco mediático y las críticas que enfrentan como mujeres negras.

La ausencia de Michelle en ese momento tan mediático fue “la elección correcta para mí”, asegura. En un momento de la charla, la ex primera dama dice: “La gente no podía creer que dijera que no por cualquier otra razón; tenían que asumir que mi matrimonio se estaba desmoronando”. En su opinión, “tuve que hacer todo lo posible para no hacer lo que se consideraba correcto, sino hacer lo que era correcto para mí; eso fue algo difícil para mí”.

Michelle Obama en el evento

Michelle Obama en el evento “When We All Vote” a favor de Kamala Harris

Getty Images via AFP

Asegura que en el momento en que decidió que no acudiría a la investidura de Trump tuvo que ”engañarse“ a sí misma para cumplir su deseo. Y así se aseguró que no tendría nada de ropa qué ponerse si al final sentía la presión por tener que ir y cambiaba de opinión. ”Empecé por asegurarme de no tener nada que ponerme; si no voy a asistir, tengo que decírselo a mi equipo, ni siquiera quiero tener un vestido preparado, ¿verdad? Porque es tan fácil decir que me dejen hacer lo correcto“”. Si su equipo no le preparaba un vestido, sabía que no podría cambiar de opinión.

“La gente no podía creer que dijera que no por cualquier otra razón; tenían que asumir que mi matrimonio se estaba desmoronando”, dice respecto a los rumores que surgieron de crisis en su matrimonio

Esta actitud de Michelle se enmarca en su esfuerzo por practicar el ”arte de decir no“ cuando ella cree que es la decisión correcta. ”Es un músculo que hay que desarrollar“, insiste. ”Y creo que sufrimos, porque es casi como si empezáramos a entrenar tarde en la vida para construir ese músculo, ¿verdad? Yo estoy empezando a construirlo ahora“. ”Quiero que nuestras hijas, quiero que las mujeres jóvenes de ahí fuera... Quiero que mis hijas empiecen a practicar diferentes estrategias para decir no“, prosigue. ”Después de todo lo que he hecho en este mundo, si todavía les estoy mostrando que tengo que mantener... todavía tengo que mostrar a la gente que amo a mi país, que estoy haciendo lo correcto, que siempre estoy estableciendo, yendo alto todo el tiempo, incluso frente a mucha hipocresía y contradicción, todo lo que estoy haciendo es mantener esa barra loca que nuestras madres y abuelas establecieron para nosotras“.

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Obama acudió sin Michelle a la investidura de Donald Trump

KEVIN LAMARQUE / EFE

Desde que la familia Obama abandonó la Casa Blanca en el 2017, Michelle ha ido a terapia para gestionar el impacto que tuvo en ella esa etapa de su vida: ”Lo superamos. Salimos vivos“. ”Espero que hayamos hecho que el país se sienta orgulloso. Mis hijas, gracias a Dios, están sanas. Pero, ¿qué me pasó a mí?“. ”Hacer terapia me está haciendo ver que quizá, quizá por fin, soy lo bastante buena“.

La actriz Taraji P. Henson asentía y añadía que las mujeres se convierten a menudo en ”amortiguadoras“ de las personas de su vida y asumen más de lo que deberían. ”Has tenido que ser el amortiguador de tu marido, de tus hijos, de tu madre, de tu familia, de tus seres queridos, por estar en el punto de mira de la opinión pública. Eso no es justo para ti“, ha señalado la actriz. ”Te aplaudo. Me alegro de que te estés cuidando de la manera que necesitas“.

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Michelle Obama tuvo que hacer frente a muchas críticas durante su etapa en la Casa Blanca como la primera —y, hasta la fecha, única— primera dama negra. Tanto ella como Henson dan fe de que, como mujeres negras, están acostumbradas a que las tilden de ”enojadas“ o ”amargadas“ con la menor insinuación. “Algunas de las cosas más dolorosas que experimenté al comenzar esta vida de servicio público en las alturas a las que llegamos fue durante la campaña presidencial de mi esposo, [fue] simplemente decirle la verdad sobre quiénes éramos, ya sabes, simplemente humanizarlo como hombre”, ha recordado. “Digo: 'Es un gran hombre, pero no es perfecto, ¿sabes? Tiene sus debilidades y sus defectos'; y lo primero que dijo una periodista fue que estaba amargada. Y te etiquetan como enfadada, porque hablas con fuerza o pasión sobre algo, aunque sea en el contexto de una gran alegría y orgullo”, ha señalado con incredulidad.

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