Melody está a punto de vivir uno de los momentos más importantes de su carrera. Este sábado, la artista andaluza se subirá al escenario del St. Jakobshalle de Basilea para representar a España en Eurovisión con Esa diva, una canción poderosa que ha ido ganando adeptos y que la posiciona entre las favoritas. Pero mientras los focos apuntan a ella, en un discreto segundo plano hay una figura que no ha dejado de acompañarla: Ignacio Batallán, su pareja, su entrenador personal y el padre de su hijo, Cairo.
Del voleibol profesional al gimnasio donde empezó todo
Lejos del foco mediático, Batallán ha construido con Melody una vida íntima en Málaga
Nacido en abril de 1984 en Catamarca (Argentina), Batallán se forjó como jugador de vóley profesional antes de afincarse en España, donde desarrolló una carrera consolidada en equipos como el AD Voleibol Almendralejo, con el que logró el ascenso a la Superliga. Desde 2013 preside y juega en el Club Voleibol Fuengirola, y en paralelo dirige su propio centro de entrenamiento, Trainme Entrenamiento y Nutrición. Fue precisamente allí donde comenzó su historia con Melody en 2021.
Él la ayudaba a ponerse en forma. Ella buscaba mantener el ritmo para rendir en el escenario. Lo que empezó como una relación profesional acabó por convertirse en una conexión emocional profunda que ambos han querido proteger del ruido mediático. “No soy una persona de hablar de mi vida personal. Yo he elegido cantar, pero mi pareja no y tengo que respetar eso”, confesó la cantante en una entrevista en Fiesta (Telecinco), dejando claro que el anonimato de Ignacio es una decisión personal, no una estrategia.
El 15 de febrero de 2024 nació Cairo, el primer hijo en común de la pareja. Un pequeño que ha cambiado por completo el prisma vital de Melody. “La maternidad te cambia para bien. Yo creo que ser mamá me va a hacer cantar con más pasión y hacer las cosas con más ilusión”, afirmaba la artista, que vive actualmente en Málaga junto a Ignacio y su bebé, en una casa con jardín y piscina donde construyen una vida alejada de las cámaras.
A pesar de su bajo perfil público, Batallán se ha convertido en un apoyo fundamental. Estuvo presente en el Benidorm Fest, donde comenzó la aventura eurovisiva, y también ha viajado hasta Basilea para acompañarla en esta recta final. El pasado martes, tras la actuación de Melody en la semifinal, no dudó en compartir un mensaje lleno de entusiasmo: “Impecable, impactante, impresionante…”. Porque aunque no hable frente a los medios, habla con gestos, con presencia y con amor.
Ignacio también es padre de una niña, Sofía, fruto de una relación anterior. A sus dos hijos les dedica mensajes entrañables en redes sociales. “Al final del todo, lo único que queda es el amor que das y el tiempo que compartes. Cairo & Sofía. Gratitud, amor, lealtad”, escribió junto a una serie de fotos donde ambos aparecen juntos. Una declaración que lo retrata: familiar, entregado, silencioso pero presente.
Además de su faceta como jugador y entrenador, Batallán ha trabajado como modelo y llegó a formar parte del equipo técnico de la selección de Costa de Marfil durante el Mundial de Baloncesto 2023. “Fue una experiencia sin desperdicio, enriquecedora a nivel profesional y personal”, declaró entonces. Su perfil es el de un hombre polifacético, disciplinado, que ha sabido trasladar los valores del deporte —sacrificio, constancia, humildad— a todos los ámbitos de su vida. Y ahora, también a su papel como pareja y padre.
Mi pareja, mi hermano, mis padres y por supuesto mi niño... son mi energía”
En estos días de ensayos, entrevistas y vértigo emocional, la presencia de Ignacio y Cairo está siendo el refugio de Melody. En medio del bullicio eurovisivo, los tres han paseado por las calles de Basilea, bailado en plena acera y celebrado juntos los 15 meses de vida de su hijo con una foto que ha tocado la fibra en redes. La intérprete lo tiene claro: “Mi pareja, mi hermano, mis padres y por supuesto mi niño... son mi energía”.
Puede que el sábado Melody se lleve el micrófono de cristal o no. Puede que arrase o simplemente emocione. Pero, pase lo que pase, tiene claro que ya ha ganado. Porque detrás de cada diva que pisa con fuerza el escenario, hay historias invisibles que la sostienen. Y en su caso, tiene nombre y apellido: Ignacio Batallán.

