¿Son ciertas las imágenes que vemos en los medios de comunicación o las redes sociales? ¿Hasta qué punto, debido a la sobreexposición, nos hemos construido nuestra propia idea sobre la vida de los personajes famosos? La artista británica Alison Jackson explora la falsa memoria colectiva y la irrefrenable pulsión voyerista del público. Para ello se ha especializado en realizar fotos de falsas celebridades que son encarnadas por dobles y en situaciones que resultan muy creíbles.
La pequeña galería parisina Gadcollection, muy cerca de la catedral de Notre Dame, ofrece hasta el 8 de junio una muestra del trabajo de Jackson, cuyas fotos, de las que solo se hacen cinco copias numeradas, pueden adquirirse por precios que oscilan entre los 6.800 euros para la selfie de la reina Isabel con su familia y los 16.500 euros para el retrato en blanco y negro de Diana de Gales haciendo una peineta.

Alison Jackson, foto de una falsa Diana haciendo la peineta
Jackson, de 65 años, tuvo la idea de jugar artísticamente con falsos famosos –por medio de sosias o de esculturas hiperrealistas, nunca mediante la inteligencia artificial– cuando realizaba un máster en The Royal College of Art, en Londres. A la muerte de Lady Di, se dio cuenta de que la gente hacía más duelo por la princesa que por sus propios familiares fallecidos. La artista está convencida de que “no sabemos distinguir entre lo real y lo falso”. Sus fotos describen escenas que muchos han imaginado en su cabeza, basadas en lo que han interiorizado sobre las celebridades. Por eso resultan tan verosímiles.
La única imagen entre las que acompañan este artículo con un personaje real es la de Elton John con la reina de Inglaterra. El cantante colecciona obras de Jackson y quiso esa instantánea con la doble de la monarca. Se dio la circunstancia de que, mientras posaban, cantaban juntos God save the Queen .

El verdadero Elton John cantando con una doble de la reina Isabel II
Jackson generó mucha polémica al inicio de su carrera y tuvo problemas legales por denuncias. “La ley no sabe qué hacer con mi trabajo”, suele decir. Con todo, siempre ha tenido una máxima: nunca imágenes ridículas o chistes tontos. Cree que su mensaje debe invitar a reflexionar y no a ser tomado en broma.
La imagen de Trump y Putin en la sauna no podría ser más pertinente en el actual momento geopolítico. Otras son simpáticas, como la selfie de la reina, tomada con un móvil con pegatinas de corgis, sus amados perros. El falso fotograma que evoca a Marilyn Monroe desnudándose frente a John F. Kennedy es perfecto para demostrar la falsa memoria colectiva. No existen imágenes reales de su romance, pero todo el mundo está convencido de que lo hubo y hay quien puede pensar que algunos paparazzi de la época fotografiaron a la pareja.

Foto fake Marilyn Monroe y JFK
Una de las fotos de más tamaño –y graciosas– a la venta en París es la de la reina Isabel, Camilla y la princesa Catalina, las tres alineadas bajo los cascos de secado de una peluquería tradicional y mientras leen revistas del corazón. “El otro día entró un señor, miró esa imagen, se detuvo y me preguntó dónde se encuentra esa peluquería – explica Gad Edery, el dueño de la galería– Tras reflexionar unos instantes, el señor pensó tener la respuesta: tenía que ser una peluquería privada en el palacio de Buckingham. No le importó que la reina tuviera la corona sobre la cabeza”. Se le tuvo que advertir que era todo falso.

Selfie de la reina Isabel con miembros de la familia real británica
“Jackson plantea una pregunta muy actual, sobre todo con la inteligencia artificial –prosigue Edery–. si lo que vemos, o lo que nos hacen ver, mejor dicho, es verdadero o no. Ella ha probado con la inteligencia artificial y no le ha funcionado”. Los sosias, en efecto, dan más realismo que manipular las fotos.

Foto fake de la reina Camila
En el 2020, con ocasión de una retrospectiva sobre su carrera, en Hollywood, Alison insistió en su teoría ante el diario The Guardian : “Vivimos en un mundo artificial donde no se distingue lo real y lo falso. Lo más increíble es que a nadie le importa. Lo falso es verdadero. Gente como Donald Trump y Kim Kardashian nos facilitan la tarea. Son mitad verdad, mitad caricaturas”.