Cinco meses antes de su abdicación, anunciada para el próximo 3 de octubre, los grandes duques Enrique y María Teresa de Luxemburgo participaron en un podcast con alumnos de un instituto local en el que hablaron de su jubilación y de su vida familiar.
“Al ver que octubre se acerca tan rápido, nos sentimos profundamente aliviados de poder tener otra vida. Y esta vida, sin duda, se centrará en nuestra familia, nuestros hijos, que obviamente ya son mayores, pero también están todos los nietos que, sin duda, necesitan a sus abuelos”, contó el duque a los alumnos de la Escuela Europea de Mamer, que realizaron preguntas en inglés, francés, alemán y español. Enrique y María Teresa hablaron también sobre el futuro de Luxemburgo, de Europa, sobre cuestiones medioambientales, igualdad de género y política deportiva.
Por su parte, María Teresa reconoció que nunca les había resultado fácil compaginar su labor con la vida familiar: ”Dábamos mucha prioridad a servir a la patria. […] Esto, a veces, e incluso a menudo, se ha hecho en detrimento de nuestra vida familiar, en detrimento de nuestros hijos”. La pareja tiene cinco hijos —los sucesores son los príncipes Guillermo y Estefanía— y ocho nietos, los más pequeños celebraron su primer cumpleaños en 2025.
Haciendo balance de su cuarto de siglo de reinado, un alumno bromeó con que “25 años, para nosotros es como si llevaras aquí una eternidad”. A lo que el duque Enrique contestó: “Como dices, 25 años es mucho tiempo, pero pasa muy rápido”.
Enrique reconoce que “un salto a lo desconocido a veces puede dar un poco de miedo” , pero lo importante es “ser feliz”
La pareja también respondió a los estudiantes de secundaria sobre el futuro de los jóvenes, que también se preguntan cómo les irá al dejar atrás la secundaria, con el bachillerato acercándose y ya vislumbrando la vida adulta. Quizá pensando en su futura nueva vida de jubilado, Enrique contestó que “cada transición me parece muy positiva [...] es un salto a lo desconocido que a veces puede dar un poco de miedo”, antes de recordar que, sea cual sea el rumbo que tome sus vidas, “lo más importante es ser feliz”.
Por su parte, María Teresa ha asegurado que seguirá activa con su fundación filantrópica tras la abdicación. Pretende “dedicarse a tiempo completo a pasiones humanitarias”, ha asegurado a los estudiantes.