Ana Jiménez, experta en marca personal: “La autenticidad de Belén Esteban y María Patiño pueden resentirse tras la cancelación de la ‘La familia de la tele’”

Lo que viene ahora

Una especialista en marca personal de autoridad analiza todo lo que implica el final del programa de las tardes de La 1, que dice adiós este miércoles por las bjaas cifras de audiencia que ha cosechado

María Patiño y Belén Esteban en un evento en 2024.

María Patiño y Belén Esteban en un evento en 2024.

Europa Press Entertainment / Getty

Se acabó lo que se daba. A pesar de las buenas intenciones que había antes de su estreno en Radiotelevisión Española, La familia de la tele ha durado en emisión tan solo siete semanas. Una decisión, la de cancelar el espacio presentado por María Patiño, Inés Hernand y Aitor Albizua, que venía anticipándose desde hace días, en vista de los malos datos de audiencia que la que pretendía ser la nueva gallina de los huevos de oro de La 1 ha venido cosechando.

Y eso que no han faltado los intentos de que el programa remonte, entre cambios de horario y planteamiento de las secciones constantes, pero nada ha sido suficiente. El universo Sálvame llevado a la pública no ha convencido y ahora es momento de emprender nuevos proyectos. Con todo lo que ello implica, tanto en el plano laboral como en el de la imagen pública de los que han estado allí participando. ¿Qué les sucederá ahora?

la familia de la tele

El equipo de 'La familia de la tele'.

REDACCIÓN / Terceros

“Un desgaste inherente”

Una especialista en marca personal de autoridad analiza la caída en picado

Para descubrir todo lo que está por venir, desde La Vanguardia nos hemos puesto en contacto con Ana Jiménez, experta en marca personal de autoridad. Es ella quien pone de manifiesto, una vez más, que “La familia de la tele nación con la promesa de ser un formato potente, un programa coral, respaldado por nombres muy reconocidos y con la ambición de reconectar al gran público con las tardes de RTVE”. Señala que “la fórmula tenía sentido”. Más contando con rostros tan familiares para los televidentes como Belén Esteban o María Patiño, “pero en televisión nada está garantizado”.

“Por un lado, la exposición continuada y la cercanía que ofrece el formato han podido ser un revitalizante para la marca personal de sus protagonistas”, manifiesta Jiménez, así como que “Para aquellos cuya presencia mediática había disminuido, les ha brindado la oportunidad de reconectar con su audiencia, de mostrar nuevas facetas”. Porque sí, no todo ha sido negativo, y este periplo por el ente ha valido para ver “cómo algunos colaboradores han logrado humanizar su imagen, romper con estereotipos y, en definitiva, generar una nueva ola de cariño y admiración”.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que “la cancelación de un programa siempre es un evento con repercusiones para sus participantes, especialmente cuando se trata de figuras tan consolidadas”. En esa línea, la especialista incide en que el formato “nunca logró ese 'enganche' masivo”, y eso va de la mano con que “estar asociado a un proyecto que no cuaja, que se percibe como fallido, es un desgaste inherente” para sus caras visibles.

La familia de la tele

Los colaboradores de 'La familia de la tele' en plató.

RTVE

“Un claro punto de inflexión”

Lo que le espera ahora a los presentadores y colaboradores del programa

Ana comienza remitiendo a que “para figuras como Belén Esteban o María Patiño, que han demostrado una resiliencia asombrosa y una capacidad innata para reinventarse, esta cancelación no es el fin de sus trayectorias, pero sí un claro punto de inflexión”. Señala también que ambas han construido marcas muy potentes y auténticas, aunque hay una cara B. “La imagen de 'no ser capaces de levantar un proyecto con nombre y visibilidad' puede generar una percepción de agotamiento o de una fórmula que ya no funciona en un contexto concreto”.

“La autenticidad y la capacidad de conectar, que son pilares fundamentales en las marcas de Esteban o Patiño, pueden resentirse si el vehículo que las transporta no genera la respuesta esperada”, prosigue la experta. En cualquier caso, también ve lo que ha ocurrido como una “liberación estratégica”, por algo tan sencillo como que “estar en un programa con bajos índices de audiencia, que exige cambios constantes de horario y formato para intentar sobrevivir, es una lucha desgastante”. Surge entonces la oportunidad. Que haya cabida para “refrescar su imagen, para buscar formatos que se adapten mejor a su etapa actual o, incluso, para tomar un respiro”. La clave, como siempre, residirá en la gestión que ellas y el resto hagan de la situación.

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