Después de casi 20 años a los mandos de La ruleta de la suerte, Jorge Fernández sigue cosechando éxitos en Antena 3 y alcanzando cifras de récord. El presentador se encuentra en uno de sus mejores momentos a nivel profesional, algo que también se refleja en su vida personal.
Sin embargo, hay ocasiones que sus logros no se traducen en felicidad. Fernández no ha dudado en hablar abiertamente sobre los problemas que tiene con este concepto y sobre las rutinas que sigue fuera de la televisión para lograr encontrar momentos de tranquilidad y de soledad para pensar.
El valenciano se ha pasado por el podcast Tengo un plan y se ha abierto en canal sobre las necesidades que le pide su cuerpo en esta sociedad que todo funciona de forma rápida y ruidosa. “Hoy en día es muy difícil tener momentos de silencio y de soledad elegidos por ti mismo porque entre los móviles, las tablets y la tele es muy difícil”, ha sentenciado.
Jorge Fernández
Por eso mismo, tomó la determinación de buscar tiempo para dedicarlo a su crecimiento personal y así poder hablar con él mismo. Una forma de conectar con su yo interior en los momentos de silencio que encuentra cuando sale a pasear por la naturaleza.
Es en sus paseos por el monte donde se ha dado cuenta de muchas cosas, entre ellas, de la falta de felicidad en su vida. “Me cuestiono si soy feliz. Hay muchas maneras de definir la felicidad y yo la estoy redefiniendo continuamente”, ha confesado, dejando claro que por mucho éxito que tenga, no logra encontrar el punto perfecto para él.
Jorge Fernández: “Nos gusta hablar más de bienestar emocional porque la felicidad puede tener mil definiciones”
“Estoy leyendo mucho sobre ella y he llegado a la conclusión, con un amigo, de que es un concepto muy amplio. Nos gusta hablar más de bienestar emocional porque la felicidad puede tener mil definiciones. Me gusta una muy cortita que es la ausencia de miedos”, ha continuado. Y, por lo contario, actualmente sí tiene varios miedos.
Jorge Fernández, presentador de 'La ruleta de la suerte'
Aun así, está dispuesto a disfrutar de su vida al máximo, y más desde que todo dio un giro de 180 grados cuando le diagnosticaron la enfermedad de Lyme. Un problema que pudo superar hace un tiempo tras cinco años de lucha y que marcó su forma de enfrentarse al mundo. ”Lo peor es la incertidumbre y que empeoras. Ni me miraba al espejo”, explicó en la revista ¡Hola!.
Y es que durante el tiempo que tuvo que lidiar con la enfermedad que le transmitió una garrapata infectada y que le había generado un adelgazamiento extremo. Aun así, no quiso dejar su trabajo en televisión, en contra de las recomendaciones de los médicos. Ahora, aunque no ha logrado la felicidad plena, está logrando cambios importantes.