Ruth Núñez, actriz, 46 años: “Cuando hacía 'Yo soy Bea' había una norma no escrita de que no podía ir a sitios públicos sin caracterizar; me perdí premios porque o iba disfrazada o no podía ir”

Malos recuerdos

La madrileña ha confesado algunos de los secretos de la serie y el mal trago que vivió durante sus Campanadas en 2006

Ruth Núñez desvela secretos de 'Yo soy Bea'

Ruth Núñez desvela secretos de 'Yo soy Bea'

TikTok / Con los pies en el cielo

Desde su primer episodio, Yo soy Bea se convirtió en todo un éxito en Telecinco. La mítica serie, inspirada en Yo soy Betty, la fea, llegó a alcanzar los 8 millones de espectadores en su momento más álgido: la transformación de Bea. Sin embargo, eso no supuso un cambio en la vida de la actriz, que tuvo que pasar por un calvario cada vez que se enfrentaba a un acto público.

Ruth Núñez acudió al podcast de Ixi Ávila, Con los pies en el cielo, y desveló una norma no escrita que no le permitía aparecer en ningún evento sin caracterizar. Algo que le afectó de forma directa y por lo que no pudo disfrutar al máximo de la fama que había alcanzado.

La actriz Ruth Núñez en 'Yo soy Bea'

La actriz Ruth Núñez en 'Yo soy Bea'

Los 40

“Cuando yo hacía Yo soy Bea había una cosa acordada como de que yo no podía estar en sitios públicos no caracterizada, o algo así. Lo digo y me parece tan absurdo, porque me parecía absurdo entonces, porque yo ya había hecho muchas cosas, la gente ya sabía quién era yo”, empezó a relatar con resignación.

Tanto es así, que se sentía privada de poder hacer lo que ella quería en ese momento. Y es que decidió declinar algunas entregas de premios o actos públicos al no sentirse cómoda con este pacto que duró, al menos, durante los tres años que se extendió la serie de televisión: “Hubo muchas cosas que no hice porque o iba disfrazada de Bea o no podía ir”.

Ruth Núñez: “En las Campanadas teníamos las bellezas y estaba yo. Es superhorrible”

Pero si hay algo que le dolió especialmente, y que aún recuerda con un gusto amargo, son las Campanadas que dio en 2006 desde Valencia. Mientras ella tenía que ir caracterizada de Bea, con un vestido hecho a medida, las gafas y las prótesis, los intérpretes de Álvaro y Bárbara pudieron ir más arreglados. “Teníamos las bellezas y estaba yo. Es superhorrible”, reconoció.

Echando la vista atrás, tiene claro que si esto volviese a suceder no aceptaría este pacto no escrito, o al menos se lo saltaría en varias ocasiones para poder disfrutar de su momento. Con el paso del tiempo, ha ganado la confianza suficiente como para saber lo que quiere y no que no quiere en su vida.

Aun así, tiene claro que es algo que podría volver a suceder en la actualidad. “Me da miedo hablar de estas cosas porque quedan muchas cosas por decir y por luchar en la vida”, sentenció, mostrando con sinceridad sus sentimientos.

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