Con el mes de julio ya bien entrado, no son pocos los que están disfrutando por fin de esas vacaciones tan ansiadas durante el resto del año. El verano es momento para relajarse, y bien lo saben también celebrities como Paula Echevarría, que una vez más ha recurrido a uno de esos enclaves a los que, inevitablemente, siempre regresa. Esta vez, como tantas otras, ha sido Candás, la pequeña localidad costera asturiana donde pasó su infancia. Su refugio al norte del mapa. Y allí, entre playa y montaña, la actriz ha encontrado el escenario perfecto para una pausa sin guion, solo vida.
No hay alfombra roja ni focos. Solo arena bajo los pies, risas sinceras y largas sobremesas frente al Cantábrico. Con más de tres millones y medio de seguidores en Instagram, la intérprete ha querido compartir con ellos un álbum personal y luminoso de estas vacaciones, en las que no faltan caminatas por el paseo marítimo con su hijo, comilonas en familia, y reencuentros con su grupo de amigas de toda la vida.

Paula Echevarría disfruta de la playa en Candás.
“Porque la amistad no caduca”
El emotivo reencuentro con sus amigas de toda la vida en Candás
La actriz ha compartido varias imágenes de una noche muy especial, rodeada de sus amigas de siempre, las que, como ella misma describe, “con las que hiciste casi todo por primera vez, las que te vieron con el flequillo mal cortado, saben todos los crush de toda tu vida…”. Un homenaje íntimo a esas relaciones que sobreviven al paso del tiempo, al cambio de ciudad, a la fama. “Las que siguen ahí, aunque la vida cambie. Porque la amistad no caduca, ¡solo mejora con los años!”, añadía. En otro carrusel de instantáneas, el mar al caer la tarde, unas hamburguesas en la arena y una frase a modo de brindis: 'What else?'.
Este tipo de planes, aparentemente sencillos, son los que remueven algo por dentro. “Con las que tienes un idioma que solo vosotras entendéis”, confesaba también sobre su círculo de siempre. Sin filtros ni poses impostadas, se adivina la complicidad de quienes se conocen desde siempre, porque Candás no solo ha sido este verano el lugar donde desconectar para ella. También ha sido donde reconectar.
Y es que el pequeño pueblo de poco más de 7.000 habitantes se convierte cada año en punto de encuentro para esta asturiana de corazón que, entre compromisos profesionales, busca la esencia de sus raíces durante la temporada estival en esta especie de regreso emocional. Y su grupo de amigas, esas que todavía “tienen fotos tuyas que nadie más puede ver”, forman parte de ese cordón umbilical con el pasado que nunca se rompe.
“Vacaciones en el pueblo de mamá”
Paseos con su hijo, baños en el mar y la belleza de lo cotidiano
Además de las noches con amigas, estas vacaciones han tenido otro gran protagonista: su hijo pequeño, Miki. Juntos se les ha visto pasear por el malecón, chapotear en la playa o simplemente contemplar el horizonte. “Vacaciones en el pueblo de mamá”, refería Paula con orgullo en una publicación en la que aparecen juntos. Porque no, a estos días no les está faltando de nada. Ni baños en las frías aguas del Cantábrico, ni comidas copiosas, ni esas puestas de sol que parecen hechas a medida.

La actriz, disfrutando de la puesta de sol.
Como ella misma ha demostrado con este álbum tan personal, a veces las mejores vacaciones no hace falta buscarlas en el otro extremo del mundo. Basta con recurrir a ese rincón del mapa que guarda nuestras primeras veces, nuestros secretos y los nombres que seguimos pronunciando con cariño. Por más que pasen los años.