La madre de Brad Pitt, Jane Etta Pitt, falleció el pasado martes en Springfield, su ciudad natal, a los 84 años. Aunque su salud llevaba varios meses afectada por una enfermedad prolongada, la noticia ha dejado a sus familiares más cercanos un gran vacío. Sydney Pitt, sobrina del actor, ha sido quien lo ha confirmado mediante una emotiva publicación en Instagram.
“Todavía no estábamos listos para que te fueras pero saber que por fin eres libre de cantar, bailar y pintar de nuevo lo hace un poco más fácil”. Así comienza el texto de Sydney, acompañado de veinte imágenes de su abuela sonriente, que reflejan la descripción que ella misma hace de Jane: “era amor en su forma más pura”.
El actor había dado indicios recientemente de la profunda conexión que lo une a su madre, algo que quedó especialmente claro durante la gira promocional de su más reciente película sobre Fórmula 1. En una de las presentaciones, Brad Pitt aprovechó para dedicarle un emotivo gesto: interrumpió brevemente la entrevista con Savannah Guthrie para enviarle un saludo a su madre, revelando además que ella seguía fielmente el programa Today cada mañana. “Tengo que saludar a mi mamá porque te cuida cada mañana”, le dijo a Guthrie. Luego miró a cámara y agregó con una sonrisa: “Para Jane Pitt. Te quiero, mamá”, mientras lanzaba un beso al aire.
Jane Etta Pitt no ha sido solo la madre de una celebridad de Hollywood, sino también una figura clave en su comunidad. Se desempeñó durante años como orientadora escolar y compartió su vida con William Pitt, antiguo dueño de una empresa de transporte y padre del actor, con quien estuvo casada durante décadas. Juntos formaron una familia de tres hijos, incluyendo a Brad, a quienes criaron en Springfield, Missouri. Su hogar se caracterizó por un ambiente de profundas convicciones religiosas, compromiso con la educación y sólidos valores familiares.