Brooklyn Beckham y Nicola Peltz han vuelto a darse el “sí, quiero” en una ceremonia íntima celebrada el pasado 2 de agosto en la finca que la familia de la actriz posee en Westchester, Nueva York. Las imágenes, compartidas por ambos en redes sociales, muestran una estética romántica que recuerda a su boda del 2022. Él optó por un traje negro sin corbata, mientras que ella lució un vestido crema con escote caído y bordados florales que aportaban un aire nostálgico.
La familia Peltz fue protagonista absoluta de la jornada mientras sigue el distanciamiento entre los Beckham. Nicola posó junto a sus padres, Nelson y Claudia, y sus hermanos, mientras su padre oficiaba la ceremonia. El vestido que llevó no era nuevo: perteneció a su madre y había sido confeccionado en 1985, un guiño emotivo a la tradición familiar. En el texto que acompañaba las fotos, la actriz escribía: “Este día significó mucho para nosotros”, subrayando el valor personal y familiar de la celebración.
La ausencia de la familia Beckham no ha pasado desapercibida. Ni David ni Victoria, ni los hermanos o abuelos de Brooklyn, estuvieron presentes. Según varias publicaciones, el clan paterno se habría enterado del evento a través de las redes sociales, lo que alimentó de inmediato las especulaciones sobre un distanciamiento cada vez más irreversible entre el joven matrimonio y los Beckham.
Fuentes cercanas a la familia han descrito la ceremonia como “una ostentación innecesaria” y han cuestionado la necesidad de renovar los votos apenas tres años después de la boda. En algunos círculos se interpreta este gesto como un posicionamiento público y simbólico de Brooklyn hacia la familia de su esposa, incluso con rumores —sin confirmar— de que podría estar planteándose dejar de usar el apellido Beckham. Por el momento ha puesto por delante Peltz en sus redes sociales.
A pesar de los comentarios, Brooklyn se mostró exultante en una entrevista reciente en Los Ángeles, organizada por Airbnb Originals. Allí definió el evento como “una experiencia realmente hermosa” y aseguró que, si fuera por él, renovaría sus votos con Nicola todos los días. Explicó además que estas promesas fueron más largas y detalladas que las de su boda original, reflejando lo mucho que ha crecido su compromiso desde entonces.
El origen del supuesto distanciamiento familiar no es nuevo. Según el relato que ofrecen varios medios británicos, todo podría haberse iniciado en torno al vestido de boda de Nicola en 2022, cuando optó por Valentino en lugar de un diseño de Victoria Beckham, y se habría intensificado por desavenencias en la organización del enlace. Otros señalan tensiones derivadas de relaciones sentimentales pasadas dentro del entorno de los hermanos Beckham. Sea como fuere, la exclusión de toda la familia paterna en este evento ha reforzado la percepción de una grieta difícil de cerrar.
La ausencia de la familia Beckham han convertido la celebración en un símbolo de nueva etapa para la pareja
Mientras la pareja celebraba rodeada de Peltz, los Beckham mostraban en redes su propio momento de unión familiar. Victoria compartió un vídeo en el que David y su hijo Cruz cantaban juntos Somethin’ Stupid durante unas vacaciones en un yate de lujo, proyectando una imagen de armonía que contrastaba con la ceremonia de Brooklyn y Nicola. Las publicaciones de ambos bandos han sido interpretadas como una narrativa paralela, casi en respuesta implícita.
Esta renovación de votos, lejos de ser solo un acto romántico, se ha convertido en un episodio de gran carga mediática. La cuidada puesta en escena, la emotividad de las promesas y la ausencia de la familia Beckham han convertido la celebración en un símbolo de la nueva etapa de la pareja, pero también en un reflejo público de unas tensiones familiares que, por ahora, no parecen encaminarse hacia la reconciliación.