Gary Oldman, 67 años, actor: “Llegué a creer que no podría pasar ni medio minuto sin beber alcohol”

Más allá de la fama

El ganador del Oscar reivindica sus 28 años de sobriedad, tras reconocer que idealizó la bohemia alcohólica y que hoy su vida y su trabajo son mucho mejores sin beber

Orlando Bloom, 48 años, actor: “Perdí 14 kilos en tres meses siguiendo una dieta extrema de atún y pepino, con tan poca agua que acabé obsesionado con la comida”

Horizontal

Gary Oldman asegura que idealizó a sus héroes alcohólicos y drogadictos hasta convencerse de que la autodestrucción era parte del talento 

EFE

Gary Oldman ha puesto palabras claras a una travesía larga: 28 años de sobriedad que, asegura, le cambiaron la vida personal y profesional. En una conversación reciente con The Hollywood Reporter, el actor resumió así el punto de no retorno: “Hubo un momento en que no creía que pudiera pasar ni 28 segundos sin beber”. Poco después añadió la frase que ha recorrido titulares: “O habría acabado muerto o institucionalizado”.

El mito del artista torturado

El actor asegura que idealizó a sus héroes alcohólicos y drogadictos hasta convencerse de que la autodestrucción era parte del talento

Oldman, que atraviesa “un muy buen momento en este instante” y lo atribuye en gran medida a la sobriedad —“han pasado 28 años”—, reconoce que durante años idealizó el tópico del artista autodestructivo: “Mis héroes —literarios, cinematográficos, teatrales, deportivos, musicales— eran todos tipos de borrachos y drogadictos… Eran todos poetas y artistas torturados. Los admiras, los romantizas y quieres emularlos”.

Gary Oldman en 'Slow Horses'.

Gary Oldman ha reivindicado sus 28 años sobrio y el cambio vital que le permitió seguir en pie 

REDACCIÓN / Terceros

No empezó a beber “porque le gustara Hemingway”, matiza; lo hizo porque era “una norma social” que se le fue de las manos: “En un momento dado se descontroló. Y eso no tiene que ver con nadie más que conmigo. Pero sí lo glamorizas…”. Incluso citó el mito de Richard Burton: “Hizo 136 representaciones de Hamlet, ocho funciones a la semana en Broadway. Se bebía una botella entera de vodka y después interpretaba todo el papel completamente borracho”.

Con los años, dice, entendió que aquella épica era una coartada: “Es solo una excusa, en realidad, y te estás engañando a ti mismo”. Hoy, la diferencia es nítida: “Mi propia vida, mi vida personal, es inmediblemente mejor simplemente por no vivir en una niebla. Pero creo que el trabajo también es mejor”. Y remacha el contrafactual: “Al ritmo al que iba, no estaría aquí sentado contigo ahora. O estaría muerto o institucionalizado”.

Hubiera acabado muerto o internado si no me hubiera rehabilitado del alcohol”

Gary Oldman, actor

Su relato encaja con lo que ya había contado en 2021, cuando promocionaba Mank y se miró en el espejo de Herman J. Mankiewicz, guionista brillante y alcohólico: “Solía sudar vodka… Mi lengua se volvía negra por la mañana… No se lo desearía ni a mi peor enemigo; es un infierno”. Entonces explicó que el humor autocrítico servía para tapar la insuficiencia y que aquella fase de “alcohólico funcional” se sostenía en la negación.

Lee también

Sharon Stone, 67 años, actriz: “Sobreviví al abuso de mi abuelo, a los golpes de Hollywood y a un derrame cerebral con un 1 % de posibilidades; no pienso desaparecer”

M. R. 
Sharon Stone en shock al conocer que su ascendencia paterna la conecta con 'el padre de Europa'

Más allá de la anécdota, Oldman coloca el foco en lo sistémico: la romantización cultural de los excesos y la falsa idea de que “da una ventaja” creativa. Su conclusión va en sentido opuesto: la sobriedad le dio claridad, rutina y mejor trabajo. En su caso, llegar a tiempo significó 1997; cumplir 28 años sobrio en 2025 no es una cifra, sino una frontera vital que —lo repite— probablemente le salvó la vida.

Cargando siguiente contenido...