Con casi 50 años de carrera profesional a sus espaldas, Alaska se ha consolidado como una de las artistas más reconocidas y queridas de España y parte del extranjero. Muchos de sus temas se han convertido en auténticos himnos que acompañan la vida de distintas generaciones, y su carisma le ha permitido traspasar la pantalla gracias a su naturalidad.
El reality que protagonizó durante cinco años junto a Mario Vaquerizo, Alaska y Mario, mostró una faceta íntima de la cantante como nunca antes y contribuyó a reforzar la buena imagen que el público tiene de ella. En él, además, se pudo descubrir con mayor profundidad a una de las personas más importantes de su vida: su madre, América.
No es la primera vez que Alaska habla abiertamente de lo mucho que quiere a su madre y de los planes que hacen juntas. Desde hace años, la cantante busca un día a la semana para pasarlo junto a ella. Comidas, día de compras, tardes jugando al chinchón, y un sinfín de proyectos que unen cada vez más a madre e hija.
Una buena relación que se remonta a su infancia y adolescencia, una época en la que también estuvieron muy unidas. De esto mismo quiso hablar la artista en una de sus visitas en El Hormiguero, donde confesó que pese a su unión, nunca ha visto a su madre como una amiga, sino como algo más.
Alaska: “Ella entendió que mi curiosidad por el cuerpo de un hombre había que satisfacerla”
”Mi madre nunca ha sido amiga en ese sentido, mi colega para entendernos, pero sí que siempre ha querido estar un poco presente en determinados aspectos del desarrollo de un hijo”, reconoció.
Unas declaraciones que se dieron cuando quiso explicar una divertida anécdota de cuando era más joven y empezó a tener curiosidad por los hombres. “Ella entendió que mi curiosidad por el cuerpo de un hombre había que satisfacerla y unas amigas tenían unos playgirls. Salían unos maromos entre toda clase y condición en todo su esplendor. Y mi madre me las trajo y me dijo aquí los tienes. Y cuando terminé de verlas me dijo 'qué te ha parecido?' y yo dije 'bueno'. Curiosidad satisfecha”, explicó entre risas.
América Jova Godoy nació en 1929 en Cuba y siendo muy joven decidió mudarse a México, donde conoció al padre de Alaska. Tras enamorarse perdidamente de Manolo Gara, rompió su relación con su primer marido y se quedó embarazada de la cantante. A los 10 años, decidieron mudarse a Madrid, donde forjaron esta unión inquebrantable.