Isabel Gemio (Albuquerque, Badajoz, 1961) vuelve a la radio. El 1 de septiembre se pone al frente de El último tren, cada noche desde las 23:30 h en RNE. “La noche tiene algo especial, una calma y sosiego necesarios para hablar tranquilamente, para abrirse. A esa hora ya viene una cansada de política, de actualidad, de ruido… Queremos hablar de temas intemporales pero que afectan a la gente: solidaridad, cultura, música, medio ambiente... Y siempre buscando las historias que hay detrás. Porque existe gente extraordinaria haciendo cosas maravillosas y quiero poner el foco en esas personas”.
En este terreno es maestra: el programa Te doy mi palabra, 13 años de radio en Onda Cero, le dio una Antena de Oro, un Micrófono de Oro y el premio del Club Internacional de la Prensa. “En aquellos años le di la palabra a gente extraordinaria, referentes, y en estos tiempos lo que necesitamos precisamente son referentes, personas ejemplares, gente que hace cosas y que cambia el entorno en el que vive”.
Existe gente extraordinaria haciendo cosas maravillosas y quiero poner el foco en esas personas

Isabel, en un acto de la fundación Aless Lequio en marzo de este año.
El nombre del magacín nocturno alude a su hora de emisión pero también es una metáfora: “En la vida pasamos por etapas, por estaciones, y no sabemos cuál será la definitiva. En segundo lugar, viajar en tren te permite reflexionar y por último, que la vida pasa a una velocidad que coincide con la alta velocidad de los trenes actuales. Porque yo he llegado a mi edad ¡y no me lo creo! (risas). Pero tengo esta edad, es lo que hay, y estoy agradecida porque tengo buena salud e ilusión, que eso no se vende ni se compra”.
Cuando sabes lo que en verdad importa
Fundación Isabel Gemio
Isabel viene de pasar un agosto con altibajos: la ilusión del proyecto por un lado y el susto por el ingreso hospitalario de Gustavo, su hijo mayor. “Afortunadamente se superó y aquí estamos”, dice con esa fuerza que le brota del alma. Y es que Isabel Gemio se apartó de la primera línea del periodismo para concentrarse en encontrar un modo de mejorar la calidad de vida de Gustavo, aquejado de distrofia muscular, y fruto de ello escribió Mi hijo, mi maestro (La Esfera) y creo la fundación que lleva su nombre, desde la que reclama más inversión pública en el estudio de enfermedades raras. “Hemos recibido más de cien proyectos de investigación que se están evaluando. La investigación necesita de mucho tiempo y muchos medios, es carísima, así que seguimos poniendo nuestro granito de arena para que esas familias tengan un poquito más de esperanza porque el tiempo pasa para todos”.
Explica Isabel que es mucha la gente que necesita ser escuchada: “Como estoy en la calle y hablo con taxistas, cajeras, en la farmacia, en la modista, en la frutería, en... me cuentan sus problemas: cuidar a sus padres, que se han quedado en paro, problemas para llegar a final de mes… Nada más que tienes que poner el oído y escuchar lo que le pasa a la gente. Yo quiero ofrecerles un tiempo de radio para escuchar y estar a su lado”.
Como estoy en la calle y hablo con taxistas, cajeras, en la farmacia, en la modista, en... Nada más que tienes que poner el oído y escuchar lo que le pasa a la gente
Que tiemble la competencia porque Isabel es experta en darle forma a la realidad detrás de un micro. Comenzó a los 16 años en Radio Extremadura (Cadena SER), viajó a Ràdio Girona y se hizo famosa en Ràdio Barcelona: “Con 21 años años estaba haciendo La chica de la radio. Siento que estoy cerrando un círculo al volver con mucha experiencia y en un horario que conozco. En 1992 hice Noches de amor en RNE, teníamos enfrente a José María García, nada menos, y nos fue muy bien. Sé que las cosas ahora son mucho más difíciles pero soy muy competitiva y voy a por todas”.
En una entrevista reciente comentaba que se sentía cómoda al incorporarse a una emisora que no practica el “edadismo”. Y es que es su fichaje se une a los de Juan Ramón Lucas, Ángeles Caso, Rosa María Molló y David Quintero, entre otros profesionales de riquísima trayectoria: “Creo que la experiencia es importante. Las nuevas ideas y la juventud son una fuerza increíble pero deben ser complemento. Desde la madurez tenemos mucho que aportar y, sobre todo, criterio. Tras casi ocho años siento que empiezo otra vez y le quiero dar este mensaje a la gente: no tires la toalla, nunca se sabe cuándo va a venir una nueva oportunidad. Hay que buscarla, trabajarla. Y sí, creo que es posible”.
Le quiero dar este mensaje a la gente: no tires la toalla, nunca se sabe cuándo va a venir una nueva oportunidad
Entre sus colaboradores fijos, la actriz y cómica Valeria Ros, el escritor Manuel Vilas, Pepe Navarro cruzando un Misisipi musical, el director de orquesta Íñigo Pirfano buscando la música más bella del mundo; ciencia con el divulgador Ricardo Moure; Elvira Sastre y una poeta cada noche… “Y Andrea Quintero, hija de Jesús Quintero. Jesús fue un referente, un amigo y como le he hecho mucho de menos va a ser mi tributo”.