Subir un tramo de escaleras sin sentir que le faltaba el aire fue uno de los cambios que más marcaron a Zach Galifianakis tras adelgazar. El actor, conocido por su papel en Resacón en Las Vegas, empezó a experimentar mejoras físicas que se reflejaban en gestos cotidianos y que iban mucho más allá de la apariencia. Esa transformación comenzó hace más de una década y, con el tiempo, se ha mantenido sin retrocesos.
El intérprete explicó por primera vez su pérdida de peso en una entrevista con Conan O'Brien, donde reconoció que la decisión de dejar el alcohol fue decisiva. “Dejé de beber y simplemente empecé a perder peso. Estaba tomando mucho vodka con salchichas. Delicioso, pero malo para la salud”, señaló entonces.
Cambio de hábitos
Años después confesó en público que todavía echaba de menos la bebida
Con los años, volvió a hablar sobre cómo había cambiado su vida tras abandonar el alcohol. En una alfombra roja, mientras promocionaba Birdman, comentó: “Empecé a andar mucho y dejé el alcohol. El alcohol, se acabó para mí. No podía despertarme, así que lo dejé”. Pese a todo, admitió con humor que lo echaba de menos y añadió: “Tengo suerte de que pudiera dejarlo, pero vaya si lo echo en falta”.
Ese cambio de hábitos también se reflejó en su día a día de manera tangible. “Pero estar delgado es divertido”, afirmó en aquella ocasión, antes de bromear con que podía subir un par de plantas y solo necesitaba el inhalador en dos ocasiones. Un ejemplo claro de cómo la salud le devolvía margen para actividades simples que antes le resultaban complicadas.

El humorista explicó que dejar el alcohol fue la decisión que cambió el rumbo de su vida
La alimentación fue otro de los puntos que tocó con su habitual tono irónico. En otra charla con Conan O'Brien, bromeó asegurando: “He tenido muchas operaciones de cirugía estética”.
Después, más en serio, resumió su nueva forma de comer: “Tiendo a no comer comida que se anuncia en televisión”. Rechazó el consumo de comida rápida y apostó por productos integrales, apuntando además que había que olvidarse de “pizzas con nata montada”.
De esta manera, aunque no se sabe cuánto ha perdido realmente, Galifianakis ha contado cómo logró adelgazar sin recurrir a fórmulas extrañas ni soluciones rápidas. Y aunque siempre matiza sus declaraciones con chistes, lo cierto es que hoy sigue mostrando las consecuencias de aquella decisión que cambió su manera de vivir.