La solicitud de divorcio presentada por Nicole Kidman el 30 de septiembre constata que la separación de la actriz y el cantante Keith Urban, que llevaban 19 años casados, no ha sido fruto de un arrebato y ni mucho menos reciente. Es más, ya lo tienen todo repartido y está todo firmado. El acuerdo de disolución matrimonial indica que la actriz y cantante “han experimentado dificultades matrimoniales y diferencias irreconciliables”. Los dos seguirán viviendo en Nashville.
La revista People ha tenido acceso a los documentos presentados en el condado de Davidson, Tennessee, que revelan gran cantidad de detalles del divorcio. Por ejemplo, el plan de crianza para la custodia compartida de sus hijas, Sunday Rose, de 17 años, y Faith Margaret, de 14, fue firmado por Urban el 29 de agosto y por Kidman el 6 de septiembre.
Keith Urban y Nicole Kidman en los Oscars del 2023
Queda claro que Kidman es la “madre residente principal”. De acuerdo a lo firmado, las menores pasarán 306 días del año con ella y 59 días del año con Urban. El músico tendrá la custodia en fines de semana alternos, desde el sábado a las 10h hasta el domingo a las 18h. El acuerdo no contempla tiempo de crianza entre semana.
Las hijas celebrarán con él el día del Padre todos los años, así como el día de Acción de Gracias cada año. Pero en Navidad, en los años impares, Kidman las tendrá todas las vacaciones de invierno; en los años pares, compartirán esas vacaciones de invierno a partes iguales.
La protagonista de Babygirl también tiene la custodia cada Pascua, cada día de la Madre y las vacaciones de primavera en los años pares. Por su parte, Urban pasará con ellas las vacaciones de primavera en los años impares. En cuanto a las vacaciones de verano, se aplica el horario regular, eso significa que el progenitor solo tiene fines de semana alternos. Sin embargo, cada uno puede disfrutar de dos semanas completas no consecutivas, siete días a la vez, para las vacaciones de verano.
La expareja también ha acordado no hablar mal el uno del otro ni de otros miembros de su familia en presencia de las menores. “Animarán a cada hijo a seguir amando al otro progenitor y a sentirse cómodo en ambas familias”, establece. Ambos también tienen la obligación de asistir a un curso para padres divorciados dentro de los 60 días posteriores a la solicitud de divorcio.
Nicole Kidman con su hija Faith Margaret
Y las decisiones relacionadas con la educación, la atención médica no urgente, la formación religiosa y las actividades extraescolares de sus hijas serán tomadas de manera conjunta. Sin embargo, el acuerdo concluye que “en el improbable caso de que las partes no lleguen a un acuerdo sobre una decisión importante para cualquiera de las menores, Kidman tendrá la autoridad final para tomar la decisión”.
El acuerdo deja claro que ninguno de los dos pagará al otro ni pensión alimenticia ni manutención conyugal. Cada parte se hará cargo de los gastos de sus hijas cuando estén con ellos. Los ingresos mensuales de Kidman y Urban aparecen en los documentos presentados como superiores a 100.000 dólares (85.000 euros) por mes. Todos los muebles, obras de arte, vehículos y demás pertenencias personales ya han sido divididos “a satisfacción mutua de las partes”.
Kidman es la “madre residente principal”; las menores pasarán 306 días del año con ella y 59 días del año con Urban
También se ha desvelado que la expareja no posee ningún activo conjunto, incluidos bienes inmuebles. Las propiedades que tienen constan en sociedades de responsabilidad limitada y/u otras entidades. “Los intereses inmobiliarios fueron adjudicados a cada parte de conformidad con los términos de dichos fideicomisos, acuerdos operativos y otros acuerdos entre las partes, libres de cualquier interés y reclamo de la otra parte”.
Nicole Kidman y su hija Sunday Rose
Ambos poseen y mantienen cuentas bancarias y de inversión separadas. Así que, cada uno renuncia a los derechos sobre los activos del otro. Lo mismo ocurre con las acciones y los valores. Esto también se aplica a los planes de pensiones.
Lo han dejado todo tan bien atado que incluso se han repartido los puntos de hotel, aerolíneas y de tarjetas de crédito. Según el acuerdo, “cada parte será acreedora de todos los derechos, títulos e intereses en todos y cada uno de los puntos de hoteles, aerolíneas y tarjetas de crédito que figuren a su nombre, así como de todos los puntos de hoteles, aerolíneas y tarjetas de crédito asociados con todas las cuentas de deuda de las que sea responsable según los términos de este acuerdo, libre de cualquier reclamo de la otra parte”.


