La Reina brilló anoche en solitario en la cena de gala que los Reyes ofrecieron en el Palacio Real al sultán de Omán, Haitham bin Tariq al Said. No solo porque el mandatario omaní viaja sin esposa, también porque lució una de las tiaras más deslumbrante de las joyas de la corona: la rusa, una filigrana de diamantes, platino y perlas con que se coronó.
Después de dos años sin visitas de Estado, Letizia recuperó las galas y lo hizo repitiendo el mismo look que lució en la visita de Estado que los Reyes realizaron a los Países Bajos en abril del 2024. No solo escogió la misma tiara y los pendientes de gruesos brillantes, también el mismo vestido, un modelo de la firma The 2nd Skin, un diseño azul klein de cuello redondo, mangas abullonadas, ajustado a la cintura y con una amplia cola. Un modelo austero con el que destacaba aún más, sobre su melena suelta y ondulada, la tiara elegida.
La esposa de Haitham bin Tariq al Said tiene papel público en su país pero no viaja al extranjero
Su primera propietaria fue la reina María Cristina, ya viuda de Alfonso XII. Después la heredó su hijo, Alfonso XIII, quien se la regaló a su nuera María de las Mercedes, condesa de Barcelona. A diferencia de otras tiaras reales, la rusa no forma parte del lote de joyas de pasar que dejó la reina Victoria Eugenia, ya que siempre fue propiedad de la condesa de Barcelona quien en vida la prestó a su hija, la infanta Pilar y su nieta, Simoneta Gómez-Acebo, que la lucieron en sus bodas. Tras la muerte de la condesa de Barcelona, en el 2000, el rey Juan Carlos llegó a un acuerdo con sus hermanas, Pilar y Margarita, y en el reparto de las joyas maternas se quedó con la tiara rusa y se la regaló a la reina Sofía que la usó en varias ocasiones.
El sultán de Omán, Haitham Bin Tariq, la reina Letizia y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante la cena de gala
En la cena de anoche, la reina Letizia lucía sobre su pecho el collar con la condecoración que el sultán de Omán le ha concedido con motivo de la visita de Estado.
La jornada, que se cerró en el comedor de gala del Palacio Real, comenzó por la mañana en el patio de la Armería, donde los Reyes recibieron con honores al sultán de Omán. La fría mañana hizo que tanto el Rey como la Reina usaran sendos abrigos. Letizia estrenó un modelo negro, abrochado tipo batín, bajo el que se adivinaba un vestido con lazada. Hubo que esperar hasta el mediodía, cuando el sultán acudió a la Zarzuela para almorzar con los Reyes, para comprobar que el modelo, ya estrenado en otra ocasión, llevaba la firma Pertegaz. Un vestido gris perla, con cuello alto y manga larga, y con unas aplicaciones florales en tonos rosados y corales junto a otras más pequeñas en blanco y negro.
El rey Felipe VI saluda a la ministra de Defensa, Margarita Robles, en presencia del sultán de Omán, Haitham Bin Tariq y la reina Letizia
El sultán de Omán ha viajado a España en compañía de su hermano y viceprimer ministro Shihab bin Tariq pero sin su esposa, Ahad bint Abdullah, con quien tiene cuatro hijos. La esposa del sultán sí tiene un papel público en Omán, pero no acompaña a su marido en sus viajes al extranjero. A diferencia de otros personajes reales de los países del golfo Pérsico, el sultán de Omán solo tiene una esposa, que no recibe el título de sultana sino el de sayyida, que significa ‘señora muy noble’. Nacida en 1970, Sayyida Ahad tenía 19 años cuando se casó con Haitham bin Tariq al Said, primo del entonces sultán Qabús, a cuya muerte, sin descendencia directa, sucedió en el 2020.

