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Masako de Japón aún lidia con depresiones, pese a su sonrisa

Familia imperial japonesa

Sus médicos alertan sobre su salud: “Sigue siendo inestable”

La emperatriz Masako de Japón en una imagen publicada por su 62.º cumpleaños

AFP

A la emperatriz Masako de Japón se la conoce en Occidente como la mariposa de alas quebradas por haber sufrido depresiones encadenadas provocadas por la presión de la casa imperial nipona desde su matrimonio con el que más tarde sería el emperador Naruhito. Tras años sin noticias sobre su abatimiento, la tímida sonrisa dibujada en el rostro de Masako en la imagen oficial por su 62.º cumpleaños, publicada el pasado martes, vislumbraba un cambio, como si por fin hubiera encontrado el equilibrio que tanto anhelaba en su vida.

Pero no todo es lo que parece en la corte imperial japonesa. Tras la sonrisa de Masako siguen escondiéndose tiempos difíciles para ella. Tanto es así que el mismo día de su cumpleaños, el equipo médico de la emperatriz publicó una actualización sobre su estado de salud. La emperatriz Masako “continúa con su tratamiento médico, de acuerdo con los principios fundamentales explicados por el equipo médico”, rezaba el comunicado oficial.

La esposa del emperador Naruhito “continúa con su tratamiento médico”, según el Kunaicho

Sufría “dificultades de adaptación”, según informó el Kunaicho, los servicios de comunicación de la familia imperial japonesa, en el 2019. Sus médicos le recomiendan reposo: “Se está recuperando, pero su salud sigue siendo inestable”, explican. “Por lo tanto, después de una cita importante o de una serie de actos públicos oficiales, puede permanecer cansada durante un tiempo”.

Pese a que es evidente que las depresiones han asolado la vida de Masako desde que se unió a la familia imperial, esa palabra nunca se ha pronunciado o escrito, y ha sido la fatiga extrema lo que se ha usado para describir el mal que afecta a la emperatriz.

El emperador Naruhito junto a su esposa, la emperatriz Masako. 

Uncredited / Ap-LaPresse

Masako, que antes de su matrimonio con Naruhito era una destacada diplomática con formación en Harvard y Oxford, abandonó su carrera profesional y se esforzó en adaptarse al rígido protocolo de la casa imperial y a un aislamiento social significativo.

Masako y Naruhito se conocieron durante un té organizado en honor a la infanta Elena, que estaba de visita en Japón, en 1986. Él quedó prendado de Masako, pero se conoce que inicialmente ella lo rechazó porque prefería desarrollar una carrera propia. Finalmente aceptó la tercera propuesta de matrimonio del entonces príncipe heredero, el 9 de diciembre de 1992.

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Sobre la enfermedad de su esposa, Naruhito reconoció años atrás que su salud “tiene altibajos” y que su fatiga se prolonga más de lo esperado después de citas importantes, insistiendo en que debe evitar la exposición excesiva. Así, Masako se ha ausentado de numerosos compromisos oficiales a lo largo de los años dentro y fuera de la tierra del Sol Naciente, por ejemplo, de la boda de Felipe y Letizia en el 2004.

El impacto de esta situación no se limita a la agenda ceremonial, pues la emperatriz ha reducido históricamente su participación en actos oficiales, lo que ha llevado a que otros miembros de la familia real asuman funciones en su nombre.