La policía noruega ha informado este viernes del final de la investigación del caso penal contra Marius Borg Høiby, el hijo que la princesa heredera Mette-Marit de Noruega tuvo de soltera. El bon vivant de 28 años es ya oficialmente sospechoso de 23 cargos, según han informado las autoridades noruegas al término de una investigación iniciada hace 10 meses, tras la primera detención del joven en Oslo el 4 de agosto de 2024. Fue tras hacerse pública una supuesta agresión a su novia cuando surgieron numerosas acusaciones en su contra.
En traslación a las tipificaciones delictivas noruegas, Borg se enfrenta a un cargo por violación con coito, dos cargos por violación sin coito, cuatro cargos por comportamiento sexual ofensivo, un cargo por abuso en relaciones cercanas, dos cargos por lesiones corporales, un cargo por daños, un caso por amenazas, cinco violaciones de una orden de alejamiento, un cargo de abuso sexual a un agente de policía y cinco infracciones de tráfico. Por su parte, Borg no se declara culpable de los cargos más graves y niega rotundamente las acusaciones de violación, aunque la policía afirma que ha cooperado mucho en la investigación.

La familia real noruega.
En total, la policía confirma que hay un número de víctimas de dos dígitos en el caso, una cifra que ya se había desvelado hace semanas con la inclusión de la décima mujer involucrada en el caso. Borg estaba siendo investigado por abusos físicos en relaciones íntimas contra tres exnovias, dos casos de violación contra dos mujeres y otras cinco agresiones sexuales más que junto con otros tantos delitos suman el total de 23 cargos por los que será juzgado, previsiblemente, después del verano.
Mientras la investigación seguía su curso, tiempo en el que la policía ha realizado numerosos interrogatorios a testigos, varios registros y la revisión de un extenso material digital; algunas víctimas del caso afearon que Borg siguiera mantenido una vida llena de fiestas y vacaciones mientras se conocían más víctimas. Después de permanecer en prisión preventiva durante una semana el año pasado, fue puesto en libertad sin supervisión judicial a pesar del descubrimiento de nuevas víctimas y de su comportamiento errático en cuanto a las órdenes de alejamiento.
“El caso se está tramitando por la vía judicial y sigue los procedimientos habituales. No tenemos nada más que añadir”, ha asegurado la casa real noruega ante el fin de la investigación al medio Dagbladet. Sobre el hecho de que algunos medios noruegos hayan criticado en este tiempo que la princesa Mette-Marit sea tan reservada sobre la investigación contra su hijo, ella misma opinó que está “de acuerdo con esa crítica” ante las preguntas de la prensa.
Algunos de estos delitos sexuales de Borg fueron perpetrados en el denominado palacio de Skaugum, una residencia real de la familia real noruega situada en la localidad de Asker y en la que actualmente residen el príncipe heredero Haakon y la princesa heredera Mette-Marit con sus hijos. Desde su primer arresto el 4 de agosto del año pasado por violencia y daños en su apartamento de Oslo, el caso de Marius Borg ha crecido exponencialmente hasta convertirse en un gran escándalo sexual para vergüenza de la familia real noruega.
Por su parte, desde que se conocieron los truculentos detalles de la vida de su hijo, la princesa Mette-Marit ha anunciado que la enfermedad que padece se ha agravado y ha anunciado posibles cambios repentinos en su agenda. La fibrosis pulmonar crónica de la princesa heredera, de 51 años, “afecta a su capacidad para realizar su trabajo. Necesita descanso y su agenda estará sujeta a cambios de última hora por este motivo”, anunció la casa real.