Loading...

Eduardo Manzano, historiador: “Alguien debería explicar a los activistas que dañan el patrimonio histórico que, además de un delito muy grave, es una estupidez y es contraproducente”

Entrevista

En ‘España monumental’ (Crítica), Manzano nos regala un ágil volumen sobre la historia de nuestro país a través de los sitios declarados Patrimonio Mundial por la Unesco

El historiador Eduardo Manzano, autor de ‘España monumental’ 

Cedida / Crítica

La historia de España se puede contar de muchas maneras, no todas recomendables. En estos últimos años se han multiplicado los relatos sensacionalistas, más enfocados a ejercer una influencia política en el presente que a comprender el pasado. Ese no es, desde luego, el caso de Eduardo Manzano, profesor de Investigación en el Instituto de Historia del CSIC. Conocido por sus importantes aportaciones en el ámbito del medievalismo, Manzano ya nos ofreció una visión generalista en España diversa (Crítica, 2024), donde planteaba la pluralidad de nuestro país como una de las claves de su desarrollo. Ahora, en España monumental, lee nuestro pasado en función de su riquísimo patrimonio artístico, igualmente variado: cuevas prehistóricas, restos romanos, mezquitas musulmanas, sinagogas judías…

No nos encontramos ante una guía turística, sino ante algo mucho más profundo. Como historiador, el autor se interesa sobre todo por desentrañar las circunstancias políticas, sociales y económicas que hicieron posible la realización de esas obras que hoy tanto nos impresionan. Aprovechamos la publicación de su libro para plantear algunas cuestiones acerca de una temática siempre inagotable.

Su libro empieza por la Prehistoria. ¿No es una opción sorprendente en un historiador que sabe perfectamente que, en esa época, aún no se podía hablar de España?

No me parece un problema demasiado grave. Según esa regla de tres, tampoco se podría hablar de “historia de España” en época romana, porque Hispania en ese momento también comprendía Portugal. Todo depende del enfoque que se le dé a eso que llamamos “historia de España”. Si yo planteara buscar esencias nacionales en la prehistoria entendería la crítica, pero yo me limito a describir lo ocurrido aquí durante las épocas más remotas, algo normal en los países de nuestro entorno. Lo que a mí me resulta sorprendente es que estos debates nominalistas algo bizantinos sigan creando polémica.

Lee también

Juan Sisinio Pérez Garzón, catedrático de Historia: “La del Siglo de Oro es una etiqueta engañosa, la vida cotidiana de la mayoría de españoles transcurría entre la miseria y la violencia”

Francisco Martínez Hoyos

¿Qué tipo de conocimiento acostumbran a divulgar los guías históricos en las visitas turísticas?

Como en cualquier profesión, la calidad del trabajo de los guías turísticos es variable. Pero los guías oficiales poseen titulación, adscripción profesional e, incluso, en ciertos casos, han pasado pruebas específicas para ejercer en los lugares que explican. En cambio, los llamados “free tours” son impartidos por personas de las que no sabemos ni qué formación tienen ni ante quién se responsabilizan por lo que dicen a sus audiencias.

¿A qué amenazas está sometido nuestro patrimonio histórico?

Las mayores amenazas son, en algunos lugares, la masificación y la trivialización de su contenido. También es preocupante el uso cada vez más extendido del patrimonio como seña de identidad nacional, religiosa o comunitaria. Además, en muchos lugares, la dotación presupuestaria que reciben los sitios patrimoniales ha descendido en los últimos años y muchos sobreviven gracias al voluntarismo de sus trabajadores o de las gentes que viven en su entorno.

Es imposible evitar la manipulación del pasado en función de intereses políticos

Eduardo Manzano

¿Desde cuándo existe el interés por preservar los restos del pasado?

Nos consta, por ejemplo, que los Reyes Católicos quedaron impresionados cuando entraron en la Alhambra y tomaron medidas para su preservación. Sin embargo, la idea de que el Estado es responsable de la preservación y mantenimiento del patrimonio histórico solo empieza a abrirse paso a trancas y barrancas a lo largo del siglo XIX. La concepción democrática del patrimonio ha sido una conquista relativamente reciente.

En ocasiones es difícil distinguir en el patrimonio lo que es genuino y las reinvenciones posteriores. En los jardines de la Alhambra, ¿cuánto es árabe y cuánto se ha inventado después?

El trazado de los jardines de la Alhambra puede considerarse genuino en líneas generales. Otra cosa son las especies vegetales y arbóreas que lo pueblan. Cuando se realizaron las restauraciones del siglo pasado no existían métodos de documentacion de su composición vegetal. Es un tema sobre el que se está avanzando mucho en los últimos años y se está incorporando en intervenciones pensadas en el largo plazo. Quizá la disposición de los jardines del Generalife puede suscitar más dudas, debido al nivel de arrasamiento que tenía esta almunia.

La acequia en los jardines patrimoniales de La Alhambra y El Generalife

Cedida

Los viejos monumentos sirven también para crear identidad. ¿Cómo evitar la manipulación política de nuestro pasado?

Es imposible evitar la manipulación del pasado en función de intereses políticos. Historiadores como yo intentamos aportar interpretaciones lo más rigurosas posibles. Soy feliz si esas interpretaciones te ayudan a evitar que el manipulador de turno se sirva del pasado para sus fines, tan evidentes que a veces causan sonrojo. Y, desde luego, ten por seguro que yo jamás te diré que estoy en posesión de la “verdad histórica”.

¿Deben las restauraciones ser fieles a la obra original o respetar los cambios que se han producido a lo largo de la historia?

Hoy en día nadie plantea restauraciones patrimoniales que sean fieles a la obra original porque, entre otras cosas, muchas veces desconocemos cuál era esa fisonomía original. Tampoco defiende nadie que haya que limpiar las adherencias históricas que se han agregado a un edificio, porque esos cambios nos hablan de la historia de ese lugar.

Lee también

Montserrat Villar, astrofísica y divulgadora científica: “La astrología, si bien descartada hoy, tuvo sentido en muchas sociedades del pasado, en las que llegó a considerarse una forma más de conocer el universo”

Rafael Clemente

Las obras artísticas no son solo el producto del genio individual. Nacen en función de ciertas condiciones sociales. Háblenos de cómo el auge de la burguesía catalana hizo posible las obras de Antoni Gaudí.

La obra de Gaudí y de otros arquitectos de la época tiene el interés de representar el gran cambio que supone que edificios monumentales dejen de estar patrocinados por la monarquía, la Iglesia o la aristocracia y, en cambio, pasen a estar costeados por una burguesía con una fuerte proyección comunitaria, lo que explica la ideología catalanista que está presente en las edificaciones del gran arquitecto.

Aparte de ser una estupidez y de ser contraproducente, alguien debería explicar a estos activistas que dañar el patrimonio histórico es un delito muy grave

Eduardo Manzano

¿A quién pertenece el patrimonio? ¿Al Estado o a los descendientes, reales o supuestos, de aquellos que concibieron las grandes obras?

El patrimonio histórico es una conquista democrática. Nos pertenece a todos. El Estado actúa como administrador de esos bienes, tal y como establece la Constitución que explícitamente habla de que “los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad”.

Recientemente se ha agredido un cuadro decimonónico sobre Cristóbal Colón porque expresaba cierta visión de la historia. ¿Existe el peligro de que valoremos el patrimonio en función de un criterio ideológico, y no artístico y/o histórico?

Aparte de ser una estupidez y de ser contraproducente, alguien debería explicar a estos activistas que dañar el patrimonio histórico es un delito muy grave que atenta contra un bien que pertenece a toda la ciudadanía. Si ellos hacen semejante barbaridad, ¿qué puede impedir a una banda de ladrones robar con una radial capiteles románicos de un pueblo de la España despoblada? A veces tengo la impresión de que la estupidez tiene transmisión vírica como la gripe.