Emmanuel Macron lo recordará como uno de los momentos estelares de su presidencia, la compensación a tantos sinsabores y críticas. “Hemos redescubierto lo que las grandes naciones pueden hacer: realizar lo imposible”. Este fue el mensaje central, este sábado, del discurso pronunciado por el presidente francés con motivo de la reapertura de Notre Dame. Según él, la proeza técnica y humana de la reconstrucción, solo cinco años después del devastador incendio, es “una metáfora” de lo que Francia es capaz de hacer si actúa unida, con “fraternidad”.
Difícil no ver en las palabras de Macron una alusión indirecta a la grave coyuntura política y económica que atraviesa Francia. Tal como ocurrió cuando se inauguraron los Juegos el 26 de julio, el país está con un Gobierno dimisionario y pendiente de una ardua negociación entre fuerzas políticas muy distanciadas.

Emmanuel Macron, junto a Donald Trump, aplaudiendo ayer en el interior de Notre Dame a los bomberos que salvaron la catedral
Había expectación en el público presente en la catedral por ver a Donald Trump, que se presentó solo, sin su esposa Melania. Lucía una corbata amarilla, a juego con su cabello, y estrechó muchas manos en los bancos de las autoridades. Pese a la estricta prohibición, los asistentes sacaron los móviles para captar imágenes del líder estadounidense. No obstante, quien se llevó un largo aplauso fue el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, que vestía su habitual indumentaria caqui de líder en guerra. Antes de la ceremonia hubo una reunión a tres, entre Zelenski, Trump y Macron, que el líder ucraniano calificó de “buena y fructífera”.
Difícil no ver en las palabras de Macron una alusión a la grave coyuntura interna y un intento de dar ánimos
Como ya sucedió durante los Juegos Olímpicos, París renovó su magia con una ceremonia grandiosa, retransmitida en directo a más de ochenta países, que se convirtió en un acontecimiento planetario.
El solemne acto, en una noche muy desapacible, de lluvia y viento en la capital francesa, comenzó con el rito de apertura de las puertas. El arzobispo Laurent Ulrich golpeó tres veces con el extremo de su enorme báculo, en tres secuencias separadas, la puerta izquierda de la entrada principal. Tras penetrar en el templo, lo hicieron Macron, su esposa Brigitte y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Fue una comunión entre el poder temporal y el espiritual.

El arzobispo de París, Laurent Ulrich, fue el encargado de reabrir Notre Dame, ante la mirada del presidente francés, Emmanuel Macron, su mujer, Brigitte Macron, y la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo
En un mensaje de Francisco al arzobispo, el Papa pidió que Notre Dame acoja “generosa y gratuitamente” a “la multitud inmensa” de personas de toda condición, procedencia, religiones, lenguas y culturas que se aprestan a visitar la renacida catedral en los próximos meses “en busca del absoluto y de un sentido a la vida”. “Yo sé, excelencia, que las puertas estarán ampliamente abiertas”, escribió Jorge Mario Bergoglio, sin duda pensando en la polémica propuesta de la ministra de Cultura, Rachida Dati, de hacer pagar una entrada para contribuir a los gastos de mantenimiento.
La ausencia del Papa se dejó notar. Francisco rechazó participar en la ceremonia de Notre Dame con la excusa de que coincidía con la creación de nuevos cardenales en Roma, pero sí realizará un viaje de un día a Ajaccio, en la isla francesa de Córcega, el domingo que viene para intervenir en un encuentro sobre religiosidad popular en el Mediterráneo. A Bergoglio no le gusta verse envuelto en actos de tanto voltaje político, aunque el trasfondo sea religioso, y menos correr el peligro de ser utilizado. Además, hay algunos puntos de fricción con las autoridades francesas, por ejemplo a raíz de la inclusión del derecho al aborto en la Constitución.
España no envía ni al Rey ni a ningún representante de alto nivel al solemne acto en la catedral
El renacimiento de la catedral, joya del gótico, propició un encuentro diplomático de alto nivel. Además de Trump, para quien supuso su gran retorno a la escena internacional a seis semanas de instalarse de nuevo en la Casa Blanca, y Zelenski, hubo otros mandatarios como el italiano Sergio Mattarella; su homólogo congolés, Denis Sassou Nguesso; el rey Felipe de Bélgica; el presidente federal alemán, Frank Walter-Steinmeyer, y el copríncipe de Andorra, monseñor Joan Enric Vives. Por parte de España no acudió ni el Rey ni ningún representante de alto nivel.
La pésima experiencia de la apertura de los Juegos Olímpicos, en julio, que coincidió con un temporal y generó muchos problemas al público y a la prensa, hizo que los organizadores fueran más previsores. Instalaron una gigantesca carpa en la explanada frente a la catedral donde debía tener lugar toda la parte no religiosa, con la proyección de un vídeo de los trabajos de reconstrucción, un “momento” musical y otro literario, además del discurso de Macron. Pero el anuncio de lluvia segura y rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora aconsejó un cambio drástico del programa, que se trasladó al interior de la catedral. De hecho, la carpa, de un material transparente y muy ligero, daba una sensación de bastante fragilidad ante el viento. Hubiera sido arriesgado.

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante su discurso
Las medidas de seguridad fueron excepcionales, más aún desde que se confirmó la venida de Trump, con un gran perímetro antiterrorista que recordó el de los Juegos Olímpicos antes del desfile fluvial de las delegaciones en el día de la inauguración. A los periodistas acreditados se les colocó un brazalete, ya el día antes, que no podían quitarse y que era obligatorio mostrar junto a la acreditación para acceder a la zona restringida.
La lluvia y el fuerte viento hacen cambiar los planes tras la experiencia olímpica
Recuperar Notre Dame ha supuesto un esfuerzo titánico de todo tipo de profesionales que han mezclado, en algunos casos, la tecnología de vanguardia con técnicas artesanales y herramientas de la edad media. No solo se ha reconstruido lo que el incendio destrozó, sino que se ha realizado una limpieza total de murales, piedras, estatuas y vitrales. Ha sorprendido mucho la blancura del conjunto y el contraste con la exuberancia del colorido muy vivo de algunos elementos. La limpieza ha afectado a 42.000 metros cuadrados de piedra y 2.000 esculturas y decoraciones.

Notre Dame: zonas restauradas para la reapertura
Estas zonas resultaron muy dañadas en el incendio del 15 de abril de 2019
La catedral de Notre Dame se encuentra en la Isla de la Cité, en pleno centro de París
PARÍS
Isla de la Cité
Río Sena
Notre Dame
93 m
69 m
45 m
130 m
Zonas de la catedral dañadas por el incendio de abril de 2019 y ahora restauradas para la reapertura del templo
1
2
2
3
4
Rosetón superior
Órgano pequeño
Aguja
1
Es la que marca
el centro del crucero
y medía 93 m antes
del incendio. Es el punto más alto de la catedral. Data del siglo XIX
Antes del incendio, en su interior se escondían tres campanas y las reliquias de San Denis
y Santa Geneviève y parte de la corona de espinas de Jesucristo
2
Cubierta
Construida mediante 1.326 planchas de plomo, que pesan un total de 210 toneladas
El bosque
3
Es el armazón de vigas
que sostiene la cubierta
de plomo. Realizado con madera de roble
de 1.300 árboles, equivale a 21 ha de bosque lo mismo que mide la Isla de la Cité,
aproximadamente
4
Bóvedas
9 bóvedas de piedra nervadas forman el cielo de la nave central y 4 más en el transepto
Ubicación de las bóvedas derrumbadas y restauradas
Nave
Transepto
Fuente: Elaboración propia
LA VANGUARDIA

Notre Dame: zonas restauradas para la reapertura
Estas zonas resultaron muy dañadas
en el incendio del 15 de abril de 2019
La catedral de Notre Dame se encuentra en
la Isla de la Cité, en pleno centro de París
PARÍS
Isla de la Cité
Río Sena
Notre Dame
93 m
69 m
45 m
130 m
Zonas de la catedral dañadas por el incendio de abril de 2019 y ahora restauradas para la reapertura del templo
1
2
2
3
4
Rosetón superior
Órgano pequeño
1
Aguja
Es la que marca el centro del crucero y medía 93 m antes del incendio. Es
el punto más alto de la catedral. Data, en origen, del siglo XIX
Antes del incendio, en su interior se escondían tres campanas y las reliquias de San Denis
y Santa Geneviève y parte de la corona de espinas de Jesucristo
2
Cubierta
Construida mediante 1.326 planchas de plomo, que pesan un total de 210 toneladas
El bosque
3
Es el armazón de vigas
que sostiene la cubierta
de plomo. Realizado con madera de roble de 1.300 árboles, equivale a 21 hectáreas de bosque aproximadamente, lo mismo que mide la Isla de la Cité
4
Bóvedas
9 bóvedas de piedra nervadas forman el cielo de la nave central y 4 más en el transepto
Ubicación de las bóvedas derrumbadas y restauradas
Nave
Transepto
Fuente: Elaboración propia
LA VANGUARDIA

Notre Dame: zonas restauradas para la reapertura
Estas zonas resultaron muy dañadas en el incendio del 15 de abril de 2019
93 m
La catedral de Notre Dame se encuentra en la Isla de la Cité, en pleno centro de París
69 m
45 m
PARÍS
Isla de la Cité
Río Sena
Notre Dame
130 m
Zonas de la catedral dañadas por el incendio de abril de 2019 y ahora restauradas para la reapertura del templo
Aguja
Antes del incendio, en su interior se escondían tres campanas
y las reliquias de San Denis y Santa Geneviève y parte de la corona
de espinas
de Jesucristo
Aguja
Es la que marca el centro del crucero y medía 93 m antes del incendio. Es el punto más alto de la catedral. Data, en origen, del siglo XIX
Cubierta
Construida mediante 1.326 planchas de plomo, que pesan
un total de 210 toneladas
Rosetón superior
El bosque
Es el armazón de vigas
que sostiene la cubierta
de plomo. Realizado con madera de roble de 1.300 árboles, equivale a 21 hectáreas de bosque aproximadamente, lo mismo que mide la Isla de la Cité
Órgano pequeño
Bóvedas
9 bóvedas de piedra nervadas forman el cielo de la nave central y 4 más en el transepto
Transepto
Nave
Ubicación de las bóvedas derrumbadas y restauradas
Fuente: Elaboración propia
LA VANGUARDIA

Una de las tareas más complejas consistió en levantar el nuevo armazón de madera para sostener el tejado, el llamado “bosque de Notre Dame”, que se quemó por completo el 15 de abril del 2019. Se hubo de seleccionar y talar 2.000 robles en toda Francia. El máximo responsable de ensamblar el gigantesco mecano de vigas, el arquitecto Rémi Fromont, había estudiado a conciencia el armazón medieval durante dos años, en el 2014 y el 2015, durante su proyecto postmáster. Fue una inmensa suerte, pues su conocimiento resultó esencial para hacer la réplica exacta después del fuego. “Cada pieza de madera es absolutamente única y tiene una única posición posible, no dos”, explicó Fromont.