Rüdiger Koch es un alemán afincado en Panamá, aunque su residencia es algo peculiar. Al menos por ahora, ya que está ubicada en una casa muy particular. Se trata de un equipamiento instalado sobre una infraestructura acuática que le permite vivir y trabajar a once metros bajo el nivel del mar.
Mediante una escalera de caracol, este ingeniero aeroespacial accede a la parte inferior de la vivienda, donde dispone de treinta metros cuadrados para dormir, hacer ejercicio físico, trabajar y disfrutar de las vistas que le ofrece el fondo del mar.
Mediante un teléfono satelital, Koch accede a la actualidad informativa y teletrabaja. Con este propósito, este alemán también pretende batir un récord Guinness que demuestre que vivir bajo el agua es posible. Por ahora ya lleva dos meses.