Líderes palestinos de Fatah buscan la unidad con Hamas

El conflicto de Oriente Medio

Sin una gran alianza palestina será imposible gestionar Gaza

A crowd welcomes Palestinians formerly jailed by Israel as they arrive in a Red Cross convoy to Ramallah in the occupied West Bank on January 30, 2025. Buses carrying freed Palestinian prisoners arrived to cheers in the occupied West Bank on January 30, 2025, after chaos during the release by Gaza militants of three Israeli hostages and five Thais led to a brief delay in the process. (Photo by AHMAD GHARABLI / AFP)

La población de Ramallah recibió ayer tarde con los brazos abiertos a los presos liberados 

Ahmad Gharabli / AFP

Hace casi 20 años que Hamas y Fatah, las dos principales organizaciones políticas palestinas, cada una con su correspondiente brazo armado, están enfrentadas. Sin unidad palestina cualquier negociación con Israel es inútil. De ahí que el primer ministro Beniamin Netanyahu haya alentado esta división. Mientras Hamas estuviera en Gaza y Fatah en Cisjordania no era posible abrir una senda diplomática hacia la constitución de un Estado palestino.

“Necesitamos recuperar la unidad para gestionar Gaza”, aseguraba un alto cargo de Fatah de paso hace unos días por Barcelona.

Abas se niega a reformar la maltrecha Autoridad Palestina, paso necesario hacia la unidad con Hamas

Fatah es la principal fuerza política de la Autoridad Palestina, el gobierno autónomo que ha intentado gestionar los territorios ocupados desde 1993.

“La Autoridad Palestina es muy débil –afirma Neomi Neumann, analista del Washington Institute for Near East Policy–. No tiene ninguna legitimidad. Sus dirigentes son unos corruptos y el presidente Mahmud Abás es un autoritario. Controla las fuerzas de seguridad y la judicatura y ha disuelto el Consejo Legislativo”.

“Estoy de acuerdo –reconoce el alto cargo de Fatah–. Ni hemos avanzado hacia el estado palestino ni hemos conseguido mejorar la vida de la población. Necesitamos una profunda reforma de las instituciones y debemos hacerlo con el apoyo de Hamas. Solo una Autoridad Palestina reformada puede ocuparse de Gaza. He hablado con los líderes políticos de Hamas en Doha y opinan igual”.

El presidente Mahmud Abas se niega a la reforma y a la unidad con Hamas. No piensa hablar con Hamas mientras no renuncie a la violencia, algo que, sin embargo, solo hará al final de una negociación con Israel.

Abas tampoco quiere ceder poder ni gobernar con transparencia. Las personas que se han enfrentado a él, gente como Mohamed Dahlan y Naser al Qudwa, han sido expulsados. El 90% de la población desaprueba su gestión.

“Tanto Fatah como Hamas asumimos que la resistencia armada se mantendrá mientras no sea posible negociar con Israel la solución de dos estados”, asegura el alto cargo de Fatah. “Pero desde la dirección política de ambas organizaciones podremos aislar a los violentos si Israel reduce el control militar en Cisjordania y negocia la solución de dos estados”.

Netanyahu, en todo caso, no quiere un estado palestino y la derecha ultranacionalista que le apoya aspira a anexionarse amplias zonas de Cisjordania.

En los últimos días, Abas ha dado dos pasos muy significativos para restaurar la maltrecha Autoridad Palestina. Tiene 89 años y ha nombrado a un sucesor interino para evitar un vacío de poder y la consiguiente lucha intestina cuando muera. Asimismo, ha desplegado a las fuerzas de seguridad palestinas en el norte de Cisjordania para neutralizar a los rebeldes armados. Contribuir a la seguridad es un arma de doble filo. Beneficia a la población, pero convierte a Abas en cómplice de las fuerzas de ocupación.

Altos cargos de Fatah recorren las capitales árabes y se reúnen con Hamas en Qatar. Las monarquías del Golfo reconocen que la unidad palestina es crucial para el futuro de Gaza. Egipto, que es el país clave, piensa lo mismo.

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