Las imágenes de las atrocidades que se producen a diario en Gaza son un examen al concepto de humanidad global. El suspenso es ignominioso.
“A causa de las sombrías realidades, debemos hacer más para hacer realidad la solución de los dos estados”, sostuvo António Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en la apertura en la sede de Nueva York de la conferencia de alto nivel para trabajar en un calendario que lleve al reconocimiento del estado de Palestina conviviendo en paz junto a Israel.
“Esta conferencia es una oportunidad única e indispensable. Debemos asegurarnos de que no se convierta en otro ejercicio de retórica bienintencionada”, avisó Guterres, sabedor de que esta institución es un ejemplo del hablar por hablar.
Más de 123 países participaron en esta llamada organizada por Francia y Arabia Saudí, y que cuenta entre los copatrocinadores con España, que ya hace más de un año se atrevió a dar el paso de reconocer a Palestina.
Este acto estaba previsto para finales de junio, pero se aplazó por el ataque israelí a Irán. Ahora, en vísperas de esta nueva fecha, el presidente francés, Emmanuel Macron, anunció que su país reconocerá el Estado de Palestina en septiembre durante la Asamblea General de los 193 países de la ONU.
Guterres reclama que esta conferencia “no se convierta en otro ejercicio de retórica bienintencionada”
El ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, celebró al principio de la jornada la decisión de Macron. “Refleja un creciente consenso internacional sobre el derecho del pueblo palestino a establecer su Estado independiente”, recalcó.
Este evento, aprobado en la asamblea del 2024, nace cojo. “La solución de los dos estados está más lejos que nunca”, lamentó Guterres. Pese al casi unánime apoyo a Palestina, como se demuestra en las votaciones en la ONU, ni Estados Unido ni Israel participaron. Un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. justificó su ausencia. “Esta convocatoria es un regalo a Hamas, que rechaza las propuestas de alto el fuego aceptadas por Israel y que conducirían a la liberación de los rehenes y traerían la calma a Gaza”, sostuvo. Recordó que Washington votó en contra de la conferencia y que “no apoyará acciones que pongan en peligro la perspectiva de una resolución pacífica y a largo plazo”.
Israel tampoco asistió. “No se aborda en primer lugar la cuestión urgente de condenar a Hamas y devolver a todos los rehenes restantes”, afirmó el portavoz Jonathan Harounoff.
En la apertura, Guterres insistió en que “nada justifica los horribles ataques terroristas” del 7 de octubre del 2023 que Hamas perpetró en Israel. Hubo cerca de 2.000 muertos y secuestrados, algunos aún en manos de los captores. Pero el dirigente de la ONU añadió la coletilla que enerva al primer ministro Beniamin Netanyahu. “Tampoco nada justifica la destrucción de Gaza que se desarrolla ante los ojos del mundo”, señaló. Citó los miles de muertos, la demolición de viviendas, el desplazamiento de la población, los cambios demográficos, la fragmentación de los territorios ocupados o la violencia de los colonos en Cisjordania.
El marco de trabajo de los dos estados parte de las fronteras anteriores a la guerra de 1967, con Jerusalén como capital de los dos estados, a partir de la ley internacional, las resoluciones de la ONU y otros relevantes acuerdos, según Guterres.
España lanzará con paracaídas doce toneladas de ayuda alimentaria, lo que equivale 5.500 raciones
José Manuel Albares, ministro de Exteriores de España, incluyó un pasillo de comunicación entre Gaza Cisjordania y salida al mar en la franja. “Ya no bastan las palabras, hay que pasar a las acciones y las medidas”, advirtió. Marcó un plazo de 12 a 15 meses para el reconocimiento de Palestina y su entrada en la ONU como miembro de pleno derecho. Albares informó de que España tiene listo el envío aéreo de doce toneladas de ayuda alimentaria, lo que equivale a 5.500 raciones. Algo ayuda, aunque sea “una gota en el océano”. El ministro exigió que se abran los pasos terrestres, como ocurre en todos los países del mundo.