El ministro de Seguridad de Israel, Itamar Ben Gvir ha vuelto a realizar una visita a la Explanada de las Mezquitas, el lugar sagrado de Jerusalén en disputa entre Jodania e Israel. Ben Gvir ha declarado haber rezado en la mezquita de Al-Aqsa, desafiando la autoridad jordana, que prohíbe a los judíos practicar el rezo en el monumento.
Tanto Jordania como la Autoridad Palestina han calificado la visita del ministro como una “provocación” e instan a Israel a detener “las acciones del ministro extremista”.
Ben Gvir ya visitó la zona el pasado mes de abril, en una controvertida visita en la que desafió al Gran Rabinato de Israel, quien había prohibido el acceso de los devotos judíos para no profanar el lugar, de acceso reservado a los musulmanes durante el Ramadán.
Ben Gvir pide “la ocupación total” de la Franja de Gaza
Durante su visita, el ministro ha pedido que la Franja de Gaza vuelva a ser ocupada por las fuerzas israelíes. “Para garantizar la ocupación total de la Franja, debemos declarar la soberanía en todo el enclave, expulsar a todos los miembros de Hamás y fomentar la migración voluntaria”, ha declarado Ben Gvir según un vídeo publicado en su perfil de X.
El funcionario israelí ha considerado que “solo así” se conseguirá traer de vuelta a los rehenes en Gaza, y “ganar la guerra”. “Lo digo precisamente desde aquí, donde hemos demostrado que la soberanía y la gobernanza son posibles”, ha agregado Ben Gvir desde la Explanada.
Jordania y la Autoridad Palestina denuncian la “provocadora” presencia del ministro
La Autoriad Palestina ha comunicado tras la visita el “flagrante desafío” del ministro israelí a la comunidad internacional y sus resoluciones, después de que este dirigiese una oración en la mezquita de Al-Aqsa. “Esto confirma que las estrategias colonias racistas a las que se ve sometido nuestro pueblo se enmarcan en una política gubernamental oficial destinada a liquidar la causa palestina y los derechos de nuestro pueblo”, ha manifestado.
El portavoz del Ministerio de Exteriores jordano, Sufian al Qudá, ha mostrado su “rechazo y condena absoluta” de lo que se trata de “una flagrante violación del Derecho Internacional” además de una “provocación inaceptable”. También ha criticado a las fuerzas de seguridad israelíes de permitir la presencia de colonos israelíes en el lugar sagrado.