El polémico plan expansionista de Israel, anunciado por el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y que contempla la construcción de más de 3.000 viviendas en la colonia de Ma'ale Adumim, ha recibido un alud de críticas en las últimas horas.
La voluntad de Israel, como reza el comunicado del propio ministro, es el de "enterrar" la idea de un Estado palestino mediante la creación de un asentamiento israelí que separe Jerusalén Este de Cisjordania, dificultando la solución de los dos Estados entre ambas naciones.
La ONU remarca que el plan “va contra la legalidad internacional y consolida la ocupación”
Naciones Unidas se ha posicionado en contra al plan de Israel advirtiendo que no se trata de “una expansión más”, y que cortar el norte del sur de Cisjordania supone ir “contra la legalidad internacional, consolidar la ocupación y alejar aún más la perspectiva de la solución de dos Estados”.
“Llamamos a revertir este proceso”, ha declarado la portavoz de la secretaría general, Stéphane Dujarric, recalcando que los planes vienen agravados por las declaraciones de Smotrich sobre “enterrar” la idea de un Estado Palestino.
La Unión Europea pide detener el proyecto y denuncia “la continua violencia de los colonos” en Cisjordania
Quien también se ha pronunciado sobre el plan de Smotrich es Kaja Kallas, la vicepresidenta de la Unión Europea. Kallas ha exigido que se detenga la construcción de los asentamientos para no “socavar aún más la solución de los dos Estados”, y ha denunciado la voluntad de Israel de querer romper la conexión norte-sur de Cisjordania.
Kallas ha calificado la política de asentamientos como un movimiento de “demoliciones, traslados forzosos, desalojos y confiscaciones de viviendas”, denunciando la “continua violencia” de los colonos israelíes hacia los palestinos, que socavan cualquier posibilidad de paz.

La vicepresidenta europea, Kaja Kallas
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha compartido la opinión de la vicepresidenta europea mediante un comunicado en X, instando a las organizaciones internacionales a rechazar esta decisión, asegurando que cualquier cambio territorial debe ser resultado de un acuerdo político entre las partes.
Por su parte, los países árabes condenan los planes “expansionistas” israelíes que “alientan la violencia”. En concreto, Egipto, Jordania y Catar han querido denunciar los planes del Gobierno israelí, alegando que las declaraciones extremistas “alientan la violencia y el odio”.