Putin comunica a Trump que quiere la región ucraniana del Donetsk para acabar la guerra 

Cumbre Estados Unidos-Rusia

A cambio, “congelaría” los ataques en las otras líneas de frente que mantiene sobre el terreno

ANCHORAGE (United States), 16/08/2025.- US President Donald Trump looks towards Russian President Vladimir Putin during a joint news conference following their meeting at Joint Base Elmendorf-Richardson in Anchorage, Alaska, USA, 15 August 2025. (Rusia) EFE/EPA/GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN POOL / POOL MANDATORY CREDIT

Donald Trump, cansado, mira hacia Vladimir Putin durante la rueda de premsa del viernes en Anchorabe

GAVRIIL GRIGOROV / EFE

Después de la fallida cumbre en Alaska –“no hay acuerdo hasta que no hay acuerdo”, declaró Donald Trump en un alarde del absurdo al fracasar con el prometido alto el fuego– una pregunta flota en el ambiente.

¿De qué habló con Vladimir Putin en esos diez minutos a solas en la limusina, sin ni siquiera traductores?

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski tiene previsto visitar Washington con el recuerdo del acoso que sufrió hace unos meses en el Despacho Oval. Su misión consiste en entender qué pasó el viernes y qué se coció fuera de focos.

Como previa, Trump le llamó tras la reunión, desde el avión, y le comentó que Putin reclamó que Ucrania se retire del este de la región de Donetsk como condición para frenar la guerra. El líder ruso le dijo a su anfitrión que a cambio, Rusia podría congelar los ataques en el resto de líneas del frente si Kyiv. El Donetsk es una región industrial, ahora el objetivo prioritario de la invasión rusa.

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Comunicó el mismo mensaje a los líderes europeos. La jugada supone poner la pelota en el tejado de Zelenski, quien rechazó de inmediato esa petición para alcanzar la paz. Pero Trump le instó a que firme un acuerdo, puesto que “Rusia es un gran poder y ellos no”.

En la comparecencia del viernes ante la prensa (sin preguntas), Trump sostuvo que “aún no estamos ahí” para recalcar que no había alto el fuego, expresión que evitó. En cambio Putin aludió a “un entendimiento” en Ucrania.

Putin apareció este sábado en la televisión rusa y subrayó que había explicado a su homólogo estadounidense “las causas profundas de la guerra”, eufemismo de los agravios históricos hacia Ucrania para justificar la invasión.

Zelenski visita la Casa Blanca este lunes, pero ya le dijo a Trump que rechaza la entrega del Donetsk

Trump, que ya había explicado a Zelenski las condiciones de su enemigo, aclaró otro aspecto de ese entendimiento en la red social. “La mejor manera de acabar con la horrible guerra entre Rusia y Ucrania es ir directamente a un acuerdo de paz, que ponga fin a la guerra, y no a un alto el fuego que a menudo no se respeta”, escribió.

Este pronunciamiento significa tragarse sus palabras de camino al encuentro –“no sé si va a ser hoy, pero no seré feliz si no es hoy”– y una remarcable desviación de los principios que el mandatario de EE.UU. y los europeos acordaron en una conferencia previa al viaje a Alaska.

Esos principios incluían no tratar los términos de un plan de paz hasta que no hubieran cesado las hostilidades bélicas.

Esta sería unas de las conclusiones no desveladas de la cumbre. Un tratado de paz, según los analistas, supone favorecer los intereses de Putin, porque de esta manera puede continuar con la guerra, donde lleva ventaja, mientras tienen lugar las conversaciones sobre una solución integral. Por contra, el alto el fuego favorece a Ucrania, ya que ofrece un respiro a los ataque rusos. Kaja Kallas, máxima diplomática de la UE, dedujo que “la dura realidad es que Rusia no tiene la intención de acabar este guerra”.

Si el Kremlin aceleró la celebración de este encuentro para aplazar las sanciones anunciadas por Trump, la reunión permite que esas “severas consecuencias” se vayan al limbo. El mandatario de EE.UU. indicó en una entrevista en la Fox que la amenaza sigue y su aplicación depende de que se celebra la trilateral entre Putín, que ahora estaría más abierto, Zelenski y Trump como mediador.

La mayoría de estadounidenses consideran que la cumbre celebrada en la base Elmendorf-Richardson fue una victoria para el dirigente ruso.

“Ni siquiera el presidente propenso a las fanfarronería pudo convertir su no acuerdo con Putin en oro trumpiano”, escribió Susan Glasser en The New Yorker . “Nada dice tanto respecto a enfrentarse a la agresión rusa como darle la bienvenida al agresor en la alfombra roja y aplaudirle”, añadió.

El presidente de EE.UU. afirma ahora que hay que negociar la paz, sin alto el fuego, como reclama Putin

En Moscú festejaron el resultado. “Se han pasado tres años diciendo que Rusia estaba aislada y hoy hemos visto la bonita alfombra roja para el presidente de Rusia”, señaló la portavoz del ministerio de Exteriores

Una vez que el presidente ruso descendió del avión, el anfitrión Donald Trump rompió todos los protocolos en la recepción que concedió a Putin en su visita a EE.UU., uno de los pocos países en los que sabe que no le detendrán a pesar de la orden de búsqueda y captura por crímenes de guerra.

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