De Palestina a Ucrania: la resolución de la ONU que acabó con el derecho de conquista

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El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas instó de forma unánime a Israel en 1967 a abandonar todos los territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días, incluyendo Gaza, Jerusalén Este y los Altos del Golán

Guerra de los Seis Días

David Ben Gurión, fundador del Estado de Israel, y Yitzhak Rabin, jefe del Estado Mayor del ejército israelí, lideran a un grupo de soldados en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén durante la gira de la victoria tras la Guerra de los Seis Días 

Paz por territorios. La máxima que viene marcando la diplomacia en Oriente Medio está a punto de cumplir 60 años. No deja de ser el resumen, tan sucinto como certero, de la resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, aprobada de forma unánime el 22 de noviembre de 1967. La rotundidad de su fondo y ambigüedad de sus formas la han convertido en el elemento de partida de todas las negociaciones de paz entre árabes e israelíes desde entonces.

El texto, que reproducimos íntegro, destaca también por su concisión. En apenas cuatro breves puntos conmina a Israel a retirarse de todas las zonas ocupadas durante la Guerra de los Seis Días que se había saldado en junio de ese mismo año con una contundente victoria israelí sobre Egipto, Siria, Jordania e Irak –y por ende sobre las milicias palestinas, organizadas en torno a los fedayines de Al Fatah– y a velar por la seguridad de los “refugiados”, un eufemismo para referirse a los palestinos, que no eran ciudadanos de un estado formal.

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La aprobación unánime por parte de los 15 países del Consejo de Seguridad, incluidos los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Rusia y China), no sólo suponía un firme espaldarazo a la voluntad de resolver el conflicto por la vía diplomática, sino que ratificaba que el derecho de conquista ya no tenía cabida en el mundo contemporáneo, como ya recogía la propia Carta de las Naciones Unidas, de 1945, al reconocer el principio de integridad territorial de los estados miembros.

Israel, por lo tanto, debía abandonar la Península del Sinaí, los Altos del Golán, la franja de Gaza y Jerusalén Este, además de los territorios palestinos que no conformaban el Estado de Israel. Aunque aceptó la resolución, Tel Aviv acabó negociando con Egipto la devolución del Sinaí y la retirada de Gaza, que El Cairo tampoco ocuparía. Sin embargo, renunció por devolver a Siria los Altos del Golán apelando a su seguridad y se los anexionó en 1981, como hizo con Jerusalén Este un año antes.

Guerra de los Seis Días

Soldados egipcios capturados son trasladados a través del desierto del Sinaí a un campo de internamiento durante la Guerra de los Seis Días 

Por su parte, los países árabes tampoco aceptaron entonces la resolución, como no lo hizo la Organización para la Liberación de Palestina de Yasir Arafat hasta 1988, ya como base para el establecimiento de un estado palestino. Se da la circunstancia de que los textos en inglés y francés –ambos oficiales, como el español– difieren al hablar de la retirada “of occupied territorios” (de territorios ocupados) y “des territoires ocupes” (de los territorios ocupados), respectivamente. Un matiz no menor en el que Israel se ha justificado.

La resolución 242 tuvo su continuidad, ya en el 2016, en la 2334, también del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. En este caso, insta a Israel a abandonar sus asentamientos sobre los territorios palestinos ocupados desde 1967, incluyendo Jerusalén Este. Sin ser en esta ocasión unánime, Estados Unidos se abstuvo y no utilizó su derecho de veto, por lo que el texto resulta de “obligado cumplimiento” para Israel.

El manifiesto

“El Consejo de Seguridad:

”Expresando su constante preocupación por la grave situación en el Oriente Medio, insistiendo en la inadmisibilidad de la adquisición de territorio por medio de la guerra y en la necesidad de trabajar por una paz justa y duradera, en la que todos los estados de la zona puedan vivir con seguridad e insistiendo además en que todos los estados miembros, al aceptar la Carta de las Naciones Unidas, han contraído el compromiso de actuar de conformidad con el artículo 2 de la Carta.

”1. Afirma que el acatamiento de los principios de la Carta requiere que se establezca una paz justa y duradera en el Oriente Medio, la cual incluya la aplicación de los dos principios siguientes: I) retirada de las fuerzas armadas israelíes de los territorios que ocuparon durante el reciente conflicto; II) terminación de todas las situaciones de beligerencia o alegaciones de su existencia, y respeto y reconocimiento de la soberanía, integridad territorial e independencia política de todos los estados de la zona y de su derecho a vivir en paz dentro de fronteras seguras y reconocidas y libres de amenaza o actos de fuerza.

Las fuerzas armadas israelíes deben retirarse de los territorios que ocuparon durante el reciente conflicto

”2. Afirma además la necesidad de: a) garantizar la libertad de navegación por las vías internacionales de navegación de la zona; b) lograr una solución justa del problema de los refugiados; c) garantizar la inviolabilidad territorial e independencia política de todos los estados de la zona, adoptando medidas que incluyan la creación de zonas desmilitarizadas.

”3. Pide al secretario general que designe un representante especial que marche a Oriente Medio para establecer y mantener contactos con los estados interesados a fin de promover un acuerdo y de ayudar en los esfuerzos para lograr una solución pacífica y aceptada, de acuerdo con las disposiciones y principios de la presente resolución.

”4. Pide al secretario general que informe lo antes posible al Consejo de Seguridad sobre el progreso de los esfuerzos del representante especial.”

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