La paciencia con Putin se agota

Guerra en Europa

Los europeos pierden la esperanza de una paz próxima en Ucrania y preparan más sanciones contra Rusia

KHARKIV (Ukraine), 29/08/2025.- Ukrainian servicemen of the 13th Operational Brigade of the Ukrainian National Guard attend training, including practicing landing and loading into an American M113 armored personnel carrier at a shooting range in the Kharkiv region, Ukraine, 29 August 2025, amid the ongoing Russian invasion. (Rusia, Ucrania) EFE/EPA/SERGEY KOZLOV

La Guardia Nacional ucraniana entrenándose con blindados estadounidenses en la región de Járkiv

SERGEY KOZLOV / EFE

Los europeos están perdiendo la paciencia con Putin y, a la vez, la esperanza de un próximo acuerdo de alto el fuego en Ucrania. “No me hago ilusiones, probablemente esta guerra durará todavía largos meses”, admitió ayer el canciller alemán, Friedrich Merz, en rueda de prensa, después de una nueva cumbre francoalemana en una vieja fortaleza militar cerca de Toulon, en el sur de Francia.

Tanto Merz como su anfitrión, Emmanuel Macron, insistieron en que hablarán durante los próximos días con Donald Trump para coordinar una respuesta si se confirma finalmente que un encuentro entre Putin y Zelenski no se materializa. El canciller recordó que el presidente ruso se había comprometido a tal reunión cuando se vio con Trump en Alaska, pero ha puesto “condiciones inaceptables” para Kyiv. “No dejaremos a Ucrania en la estacada”, agregó, prometiendo más ayuda militar y subrayando que está en juego la libertad y la seguridad europeas.

En una entrevista que emitió horas después el canal LCI, Merz empleó un lenguaje muy duro, sin ambages, al denunciar las injerencias desestabilizadoras rusas que, a diario, sufren los países europeos. “Estamos ya en un conflicto con Rusia”, dijo.

Macron explicó que, si Putin se obstina en no dialogar para buscar una tregua, la UE adoptará nuevas “sanciones primarias y secundarias”; es decir, medidas punitivas dirigidas a Rusia y otras a países que la ayudan precisamente a esquivar las sanciones y, por ende, a financiar la guerra. Según el presidente francés, Putin “no es sincero” cuando asegura perseguir la paz.

“No me hago ilusiones, es probable que esta guerra dure aún largos meses”, constata Merz

Al titular del Elíseo le preguntaron por la airada respuesta de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zajarova, a los comentarios de hace unos días de Macron, que calificó la Rusia de Putin de “ogro a nuestras puertas” y “un predador que necesita seguir comiendo”. Zajarova reprochó a Macron “unos insultos vulgares que traspasan los límites de la decencia”.

“Yo no soy jamás grosero ni vulgar”, replicó el presidente francés, quien abundó en sus argumentos, con las mismas palabras y sin un atisbo de rectificación ni de disculpa: “Cuando se dice que hay un ogro a las puertas de Europa, una imagen que muchos han hecho suya, creo que esto define lo que los georgianos, los ucranianos y otras naciones sienten muy profundamente”. A juicio de Macron, Putin “es un hombre que ha decidido ir hacia una deriva autoritaria, autocrática, y adoptar un imperialismo revisionista de las fronteras internacionales”.

Uno de los aspectos más interesantes y novedosos de la reunión de Toulon, que incluyó un consejo de ministros conjunto, fue la discusión sobre la disuasión nuclear. Se abrirá “un diálogo estratégico” sobre esta materia tan delicada, que supondría poner a Alemania, de manera explícita, bajo el paraguas protector de las armas nucleares francesas, como garantía adicional a la que han ofrecido siempre los estadounidenses, que almacenan arsenal atómico en sus bases en territorio alemán. La idea se remonta al general De Gaulle, hace sesenta años, cuando existía la Unión Soviética. Macron la ha vuelto a poner sobre la mesa debido a la nueva amenaza rusa. Se ha barajado incluso la posibilidad de desplegar en Alemania algunos cazabombarderos franceses Rafale equipados con misiles nucleares de crucero. El problema es que el presidente francés tendría siempre la última palabra sobre un eventual uso. Merz admitió que se trata de una cuestión muy compleja que debe analizarse con meticulosidad.

En paralelo a la reunión de Toulon, se celebró en Copenhague una conferencia informal de ministros de Defensa de la Unión Europea de la que surgió un amplio consenso –con la importante excepción de Hungría– para continuar entrenando al ejército ucraniano, sobre su propio territorio, si se llega a una tregua. Eso formaría parte de las garantías de seguridad que exigen Kyiv y sus aliados europeos. La jefa de la diplomacia de la UE, la ex primer ministra de Estonia Kaja Kallas, recordó que los europeos han adiestrado hasta ahora a 80.000 soldados.

Macron reafirma que Putin es “un ogro” con “deriva autoritaria y un imperialismo revisionista”

La solidaridad europea con Ucrania topa siempre con las reticencias de Budapest, que cuenta con el Gobierno más prorruso de la UE. En la conferencia de Copenhague, los ministros discutieron fórmulas para soslayar el veto húngaro a una partida de 6.600 millones de euros de armas para Kyiv.

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