Los narcos mexicanos se reconvierten en ejércitos

Guerra en la frontera

Los cárteles se equipan con material bélico por el acoso de Estados Unidos

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Tareas de entrenamiento de la policía de fronteras en Artesia (Nuevo México)

JOHN MOORE / AFP

A diferencia de los negocios centenarios y honestos en los que las nuevas generaciones se niegan a seguir el legado de sus abuelos y padres, los cárteles de la droga mexicanos siempre encuentran herederos.

Da igual la mala vida que les espere, sea por asesinato o por encarcelamiento, nunca faltan candidatos a la sucesión.

Cayó Joaquín Guzmán Loera, el mediático Chapo . Luego, uno de sus hijos, uno de los chapitos , traicionó a su socio, el esquivo Ismael el Mayo Zambada, al que entregó en bandeja de plata a las autoridades estadounidenses.

El Mayo y el Chapo , los dos fundadores del cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más sangrientas que existen, cumplen sendas cadenas perpetuas en EE.UU.

Sus continuadores en Sinaloa, así como en otros cárteles, también descabezados recientemente por la presión policial y la amenaza de la extradición al ogro del norte, no solo no han dejado de traficar con la droga, sino que han continuado matando, incluso de una manera más sistemática y masiva.

Frente al despliegue militar del Pentágono en la frontera sur, y la amenaza de actuar más allá de sus limites territoriales, en este otro capítulo de la guerra contra las drogas ordenado por el presidente Trump, y dada la cada vez mayor colaboración de su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, los cárteles han escalado en el uso de armas bélicas, utilizando drones para bombardear como si el estado de Michoacán fuera Oriente Medio o Ucrania. También están desplegando sistemas de detección y anulación de aparatos no tripulados que buscan neutralizar sus operaciones.

Las organizaciones del narcotráfico responden militarmente a una amplia amenaza. Se enfrentan a esa alianza entre los gobiernos de los dos países y también luchan por su propio territorio y los recursos, lo que ha hecho que en los últimos meses se registre una creciente cantidad de muertos entre sus miembros y los civiles atrapados en el fuego cruzado.

La competencia entre los cárteles por el dominio del territorio también influye en su militarización

Más allá de los sicarios omnipresentes en su historial, analistas de seguridad, consultados por The New York Times , sostienen que los cárteles están acumulando armas cada vez más potentes y sofisticadas, con lo que algunos de estos grupos se están transformando en verdaderas fuerzas paramilitares.

Ya no se trata de rifles automáticos y pistolas. Ahora cuentan con minas anti persona direccionales, granadas propulsadas por cohetes, morteros construidos a partir de tanquetas de gas o camiones blindados montados con ametralladoras pesadas. Además, transforman drones comprados por internet para dotarlos de productos químicos tóxicos o explosivos.

Cambian de tácticas: son capaces de enterrar dispositivos explosivos improvisados, como si esto fuera Afganistán.

“No podemos continuar tratando a esos tipos como bandas callejeras locales”, dijo Marco Rubio, secretario de Estado, en una entrevista con la EWTN, cadena de televisión católica. “Cuentan con un armamento que les hace parecer terroristas, en algunos casos ejércitos”, insistió en su comentario.

El gobierno y los líderes mexicanos, pese a su colaboración, se muestran indignados por el despliegue militar por la “invasión” que Estados Unidos está desplegando contra los narcos.

Los mexicanos razonan que lo que ocurre es como el pez que se muerde la cola. El Pentágono entra en juego mientras los cárteles se hacen con armas de guerra que adquieren en el país vecino del norte. Y utilizan las impresoras 3D para crear piezas con las que diversificar su potente arsenal.

Todo esto se refleja en que varios territorios mexicanos se han convertido en escenarios bélicos, en una lucha de grupos por el control de zonas que ha llevado a unos enfrentamientos de una brutalidad no vista.

En el arsenal hay drones, armas químicas, minas anti persona direccionales o lanza granadas

En estados como Michoacán se suceden las explosiones y la presencia de drones, en tanto que en las carreteras patrullan los soldados del narco.

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