Marruecos condenó este miércoles a dos años y medio de prisión a la activista feminista marroquí Ibtissam Lachgar, conocida como “Betty”, por el delito de “blasfemia” y “atentar contra la religión islámica”.
La militante feminista, de 50 años y conocida por su defensa de los derechos del colectivo LGTBIQ+, publicó en las redes sociales el pasado 31 de julio una imagen en la que aparecía con una camiseta donde se leía la frase en árabe y en inglés, “Alá es lesbiana”.
Lachgar, que tras hacerse viral la imagen recibió insultos y amenazas de muerte, que llamaban a lapidarla o violarla, acompañaba la fotografía con un texto en el que calificaba la religión de “fascista, falócrata y misógina”.
El Tribunal de Primera Instancia de Rabat condenó también a la mujer a pagar una multa de 50.000 dirhams (unos 4.700 euros).
Prisión y multa
Además de 30 meses de cárcel, el Tribunal de Primera Instancia de Rabat condena a la mujer a pagar una multa de 50.000 dirhams (unos 4.700 euros).
Aunque Marruecos está considerado un país políticamente moderado en comparación con otros de Medio Oriente y el norte de África, las relaciones entre personas del mismo sexo son ilegales y ciertos tipos de expresión pueden acarrear cargos criminales. Además, el código penal marroquí,
conforme a lo dispuesto en el artículo 267-5, castiga a «quien atente contra la religión islámica» con seis meses a dos años de prisión. La pena podría aumentarse a cinco años de prisión si el delito se comete en público, incluso por medios electrónicos.
Violencia en la red
Tras hacerse viral la imagen, Lachgar recibió insultos y amenazas de muerte, que llamaban a lapidarla o violarla
Lachgar, cofundadora del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI) y que estaba detenida desde el 12 de agosto, explicó al juez que su intención no era ofender ni atentar contra la religión y que su acción formaba parte de la militancia del movimiento feminista internacional y su lucha contra “la ideología machista y paternalista”.
La militante feminista, psicóloga clínica de formación, alegó durante el juicio que había publicado anteriormente la misma foto en Internet, concretamente en mayo de 2025, sin que suscitara ninguna reacción y que en 2022 la policía ya le interrogó en relación con una foto similar, sin que se hubiera iniciado ningún proceso penal.
Acción feminista
La mujer explicó al juez que su intención no era ofender y que su acción formaba parte de la militancia del movimiento feminista internacional
La resolución del caso ha generado una gran controversia en Marruecos y ha sido recibida con alarma por varios grupos de defensa de derechos humanos.
Hamid Sisouk, de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos señaló poco después de la decisión del juez que “no solo el veredicto es injusto, sino que también amenaza la libertad de opinión y de expresión”.
No solo el veredicto es injusto, sino que también amenaza la libertad de opinión y de expresión”
Una de las cinco abogadas de Lachgar, Souad Brahma, advirtió sobre un retroceso en la situación de los derechos sociales en el reino marroquí y afirmó que su cliente se refería a las religiones en general, no al islam. La defensa afirmó que llevar la camiseta se ampara en la libertad de expresión, un derecho constitucional en Marruecos, y calificó los cargos de inconstitucionales.