El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó ayer una carta a todos los países “de la OTAN y del mundo” en la que asegura estar “listo para imponer sanciones importantes a Rusia” cuando todos los miembros de la alianza acuerden hacer lo mismo y cuando “dejen de comprar petróleo de Rusia”. Es la respuesta del inquilino de la Casa Blanca a la petición de Polonia de una reacción contundente, después de que decenas de drones rusos invadieran su espacio aéreo el martes, una agresión que Trump minimizó al ser preguntado y para la que compró la justificación rusa de que había sido un error.
Sin mencionar a ningún país en concreto, el presidente considera “impactante” que algunos miembros de la OTAN compren petróleo al enemigo, pues “debilita enormemente su posición de negociación y su poder de presión sobre Rusia”, afirmó en la carta. En realidad, la mayoría de países han dejado de comprar el recurso a Rusia desde la invasión de Ucrania y han buscado vías alternativas, entre ellas el norte de áfrica y en Estados Unidos.
Sin embargo, desde el 2023, Turquía –miembro de la OTAN– ha sido el tercer mayor comprador de petróleo ruso, después de China e India, según el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio. Otros miembros de la alianza de 32 estados que también compran petróleo ruso incluyen Hungría y Eslovaquia, cuyos gobiernos son prorrusos y debilitan la unidad de la alianza. Su compromiso, señaló Trump, “ha estado muy por debajo del 100%”
Además de esta medida, Trump mencionó otra con la que cree que se podrá acercar el fin de la guerra: que todos los países de la OTAN impongan aranceles “del 50% al 100%” a China y retirarlos cuando termine el conflicto. “China tiene un fuerte control, incluso un dominio, sobre Rusia”, escribió, alegando que imponer aranceles secundarios como medida de presión “romperá ese dominio”.
El presidente lleva semanas realizando amenazas en este sentido –esta semana, el Financial Times desveló que había pedido a la UE que impusiera aranceles del 100% a China e India–, y ha aplicado un arancel del 25% a las importaciones provenientes de India por sus compras de productos energéticos rusos, pero aún no ha impuesto aranceles adicionales a China por hacer lo mismo.
El presidente considera que la compra de petróleo a Rusia por parte de países de la OTAN “debilita su posición de negociación”
Más allá de lo efectivas que puedan ser, las dos medidas propuestas por Trump a los miembros de la alianza serían beneficiosas para Estados Unidos: le daría más mercado para vender petróleo y exportar sus productos a los países de la Unión Europea, bloque con el que firmó recientemente un polémico acuerdo comercial con grandes concesiones por parte de Bruselas. Pero, a diferencia de la UE, la OTAN no es un bloque comercial, sino una alianza militar.
Trump no ha concretado qué tipo de sanciones tiene pensado imponer a Rusia. Lo cierto es que, a pesar de que lleva tiempo amenazando con imponerlas, nunca ha llegado a hacerlo. Al contrario, le puso la alfombra roja a su presidente, Vladimir Putin, a quien recibió en Alaska para una reunión en la que lo sacó del aislamiento occidental de los últimos tres años y compró algunas de sus condiciones para terminar con la guerra, como la necesidad de que Ucrania ceda territorio. El mandatario prometió que iba a terminar este conflicto en su primer día en el despacho oval, pero siete meses después se ha recrudecido y está cada vez más cerca de expandirse a Polonia.