“Bolsonaro ya no es dueño del verde amarillo” Así resumía una manifestante el mensaje de la multitudinaria protesta el domingo en Copacabana en Río de Janeiro en contra de la amnistía a Jair Bolsonaro y los otros participantes en el intento de golpe de Estado urdido a finales de 2022.
En ésta y decenas de otras marchas en las grandes ciudades de Brasil convocadas por el Partido de los Trabajadores y diversas plataformas de izquierda que apoyan el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva, muchos manifestantes portaban banderas brasileñas con la consigna de orden y progreso, los colores verde amarillo. Se entremezclaban con pancartas color rojo, que rechazaban la amnistía al expresidente de la extrema derecha y sus conspiradores en el intento de golpe que habría prevenido la llegada al poder de Lula a finales del año 2022. Otros muchos vestían la camisa de la selección de fútbol nacional, algunas con el nombre de Lula en lugar de Vinicus Junior. Un manifestante llevaba una foto de Bolsonaro rodeada de la bandera de Estados Unidos.

Manifestantes contra la amnistía a Bolsonaro en Copacabana
En Rio donde mas de 40.000 personas se desfilaron por la playa de Copacabana siguiendo el ritmo hipnótico de las bandas de tambores en las escuelas de samba. Actuaron cantantes icónicos como Chica Buarque, Paulino da Viola, Caetano Bolsonaro y Gilberto Gil. “Es simbólico protestar en Copacabana y recuperar este espacio porque el bolsonarismo se ha manifestado tantas veces aquí”, dijo una joven del barrio periférico y obrero de Duque de Caxias que participó en protesta tras bañarse en la famosa playa.
Otros 47.000 manifestantes contra la impunidad de Bolsonaro y los otros golpistas que planificaron asesinar a Lula, se desfilaron en Sao Paulo por la Avenida Paulista, el gran bulevar de la megalopolis brasileña que suele escenificar a las concentraciones bolsonaristas. En Salvador de Bahía el actor de cine Wagner Moura -estrella de la elogiada película El agente secreto- compareció ante decenas de miles de personas.
Los manifestantes arremetían contra la decisión semana pasada del Congreso en Brasilia de aprobar la primera fase de una ley que concedería la impunidad a los miembros del congreso frente a posibles demandas judiciales. Otro proyecto de ley podría incluir también una amnistía para Bolsonaro y sus asociados en la conspiración para un grupo de Estado contra el gobierno de Lula en 2023. La propuesta con más posibilidades de ser aprobada, sin embargo, se limitaría a reducir las penas que en el caso de Bolsonaro rebasa los 27 años de cárcel.
Desde hace un decenio, los colores nacionales han sido la simbología única y exclusiva del movimiento bolsonarista. Pero en las últimas semanas todo ha cambiado. La izquierda ya reivindica como una cuestión de soberanía nacional el derecho del Tribunal Supremo de condenar a Bolsonaro desafiando las amenazas de la administración de Trump. Washington acusa a los jueces brasileños de ser “dictadores comunistas” y Trump pretende adoptar sanciones en defensa de Bolsonaro y de la supuesta libertad Democrática, que ,según la extraña lectura de lo ocurrido que se hace en Washington, ha sido violada por la decisión judicial de condenar a los golpistas

Manifestantes pro Lula en Copacabana
Trump, ha adoptado una postura agresiva con Brasil tras meses de indiferencia. No solo anunció el arancel del 50% aplicado a las importaciones brasileñas, sino una retirada del visado a los jueces del Tribunal Supremo Federal (STF). Es la respuesta del presidente estadounidense a las insistentes presiones de la familia Bolsonaro —concretamente, el hijo Eduardo, afincado en Texas— que acusan al STF y, sobre todo, al juez Alexandre de Moraes, de realizar una persecución judicial contra su padre.
Por eso, se ve una sorprendente inversión del papeles en la defensa de la soberanía en Brasil. La izquierda se proyecta como un adversario de Trump y las sanciones estadounidenses, mientras que la derecha bolsonarista elogia al presidente estadounidense y defiende más medidas de castigo contra Brasil.
Hace dos semanas, en São Paulo, la foto emblemática de la manifestación bolsonarista era de una enorme bandera barras y estrellas que solo se veía desde el aire. El domingo la bandera que se enseñaba a las cámaras drone que sobrevolaban la Avenida Paulista desde la manifestación la izquierda era la verde amarilla brasileña. Las estrellas David del bolsonarismo -cuyos activistas suelen apoyar el genocidio en Gaza- fueron sustituidas por banderas palestinas.