Un ataque ruso masivo con drones y misiles contra Kyiv ha dejado este domingo al menos dos muertos, entre ellos una niña de 12 años, y más de diez heridos, según informaron las autoridades locales. La capital ucraniana fue sacudida durante la madrugada por sucesivas oleadas de explosiones que continuaron ya entrada la mañana, obligando a miles de ciudadanos a refugiarse en sótanos y estaciones de metro.
El alcalde Vitali Klitschko explicó que los impactos alcanzaron más de veinte lugares diferentes de la ciudad, incluidos edificios residenciales, instalaciones médicas y una guardería. También resultó dañado un centro médico de distrito, lo que obligó a evacuar a parte del personal y pacientes. Una densa columna de humo negro se podía ver cerca del centro, mientras los servicios de emergencia trabajaban entre los escombros.
Más de 20 edificios alcanzados
El administrador municipal, Tymur Tkachenko, confirmó que entre las víctimas mortales hay una menor. “Los rusos han reiniciado el contador de muertes infantiles”, escribió en su canal de Telegram.
El ataque se produjo en plena madrugada, cuando se activaron las sirenas de alarma aérea en toda la capital. En la estación central de trenes, los pasajeros aguardaron en un túnel subterráneo mientras en la superficie se escuchaban los disparos de la defensa antiaérea y el zumbido de los drones kamikaze. “El cielo se ha vuelto negro de nuevo. Está sucediendo con frecuencia”, relató Erika, una habitante de Kyiv que se encontraba en la terminal.
Las fuerzas ucranianas informaron de que lograron interceptar varios misiles y drones, aunque no pudieron evitar el impacto de otros proyectiles en zonas densamente pobladas. Los servicios de rescate señalaron que entre los heridos hay mujeres y niños, y advirtieron de que el número de víctimas podría aumentar a medida que avanzan las labores de búsqueda en edificios afectados por incendios y derrumbes parciales.
Este ataque se produce apenas unas horas después de que las autoridades polacas cerraran temporalmente su espacio aéreo en el sureste del país por “actividad militar no planificada” en respuesta a los bombardeos rusos en Ucrania. Kyiv ha denunciado en los últimos días una intensificación de los ataques aéreos contra su territorio, mientras Moscú insiste en que sus operaciones están dirigidas contra “infraestructura militar y logística”.
Para muchos habitantes de la capital, sin embargo, la sensación es que la vida vuelve a pender de un hilo cada noche. “Dormir ya no significa descansar —comentaba una vecina en redes sociales—, sino esperar el próximo estruendo”.


