El Ejército de Israel se prepara para interceptar en las próximas horas el convoy humanitario de la flotilla, que navega hacia Gaza, y planea hundir algunos de sus barcos ante la imposibilidad de remolcarlos todos a puerto, según ha informado este martes a última hora la radio pública israelí Kan.
Por su parte, la flotilla ha alertado esta madrugada del martes de su entrada en la “zona de alto de riesgo”, la zona donde Israel ha interceptado anteriormente otras embarcaciones pese a ser aguas internacionales, a partir de las 150 millas náuticas desde las costas del enclave palestino (unos 270 kilómetros). ”Estamos en alerta máxima”, ha avisado la flotilla a través de su canal de Telegram a las 00:03 GMT. “Hemos entrado a la zona de alto riesgo, el área donde flotillas anteriores han sido atacadas o interceptadas. Permanezcan alerta”, ha agregado.
Los activistas han compartido un enlace desde el que se puede conocer la ubicación de la flotilla en todo momento.
El plan de Israel contempla tomar el control de los barcos y reunir en buques de su Armada a los más de 500 activistas para trasladarlos al puerto de Asdod. Allí serían interrogados y posteriormente deportados, según Kan. Sin embargo, añadió que “el hecho de que haya alrededor de cuarenta buques no permitirá remolcarlos a todos, por lo que algunos serán hundidos en el mar” tras abordar y detener a sus integrantes.
Una de las embarcaciones rumbo hacia Gaza cerca de Greece
Tras estas informaciones publicadas, el ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, acusó a los tripulantes de “orquestar provocaciones” en lugar de buscar el fin de la ofensiva que el Ejército israelí mantiene en el enclave desde el 7 de octubre de 2023.
“El objetivo debe ser reducir la tensión, no orquestar provocaciones, como la flotilla de Hamas-Sumud”, escribió el político en X.
Por su parte, Italia ha anunciado que retira su escolta militar a la flotilla. La fragata de la Marina italiana Alpino abandonará el convoy a media noche de este miércoles “tal y como se ha comunicado en repetidas ocasiones en los últimos días”, según ha informado el ministerio de Defensa italiano.
Esta decisión ocurre justo cuando la flotilla ha alcanzado el límite de las 150 millas náuticas de la costa, considerado zona económica exclusiva, dejando a los barcos sin protección en la considerada “zona de alto riesgo” ante un posible encuentro inminente con fuerzas israelíes.
Los activistas a bordo de la Global Sumud Flotilla han calificado la decisión del Gobierno italiano de intentar desmoralizar y fracturar una misión pacífica. “Seamos absolutamente claros: esto no es protección, es un sabotaje”, afirmaron y han asegurado en un comunicado que no se detendrán con su objetivo de entregar ayuda humanitaria.
“No nos detendrán. Estamos aquí porque es mucho más peligroso permanecer en silencio ante el genocidio, el hambre y el castigo colectivo”, criticando que Italia use su poder naval para escoltarlos “solo hasta el punto de peligro para luego intentar disuadirnos”, a pesar de la petición de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, de cesar la misión.
Meloni, había pedido a la flotilla que se detuviera y justificó la decisión para evitar un “incidente diplomático”. Antes de su retirada definitiva, la fragata italiana ha ofrecido a cualquier activista que desee abandonar la misión la posibilidad de embarcar en el buque militar.
La tensión aumenta a medida que los más de 40 barcos, compuesta por 500 voluntarios, parlamentarios y activistas como Greta Thunberg, transporta suministros médicos y alimentos con el objetivo de romper el bloqueo israelí sobre Gaza.



