El multimillonario y ex primer ministro Andrej Babis, trumpista declarado, ganó este sábado las elecciones generales de la República Checa, si bien con una mayoría insuficiente para gobernar, por lo que deberá buscar apoyo externo de otros partidos ya que él mismo señaló anoche que aspira a un Gobierno monocolor, o bien transigir y forjar una coalición.
Según el escrutinio prácticamente concluido, su partido populista de ideario soberanista y eurocrítico Acción de Ciudadanos Insatisfechos (ANO, por sus siglas en checo), cosechó el 34,6% de los votos, en detrimento de la alianza de centroderecha liberal Juntos (Spolu) del actual primer ministro, el conservador Petr Fiala, que logró el 23,2%.
Seis partidos obtuvieron representación en la Cámara Baja del Parlamento checo de 200 escaños. El tercero en el ránking de votos, con un 11,1%, fue el liberal Alcaldes e Independientes (STAN), socio de la alianza de Fiala, seguido del Partido Pirata (8,8%), que también formaba parte del actual Gobierno, del que se marchó en octubre del 2024.
A continuación figuran las dos formaciones con las que Babis negociará para gobernar. Se trata del partido de extrema derecha Libertad y Democracia Directa (SPD) de Tomio Okamura, que tuvo el 7,8%; y la formación populista derechista Los Propios Automovilistas (Motoristé sobe), que cosechó el 6,7%
El primer ministro conservador, Petr Fiala, votando el viernes 3 de octubre en un colegio electoral en Brno
El partido SPD de Okamura es eurófobo, prorruso y xenófobo, mientras que Los Propios Automovilistas se centra en el rechazo al plan de la UE de prohibir a partir del 2035 la venta de coches con motor de combustión. “Negociaremos con el SPD y con los Automovilistas y lucharemos por un gobierno de partido único liderado por el movimiento ANO”, declaró un Babis exultante en Praga, tras ganar los comicios con un porcentaje de votos superior al pronosticado por los sondeos preelectorales, que le daban en torno al 30%. Tanto Okamura como el líder automovilista, Petr Macinka, se mostraron ya el sábado por la noche abiertos a dialogar con el partido ANO.
Nacido en 1954 en Bratislava (hoy capital de Eslovaquia) en una familia bien conectada con la nomenclatura comunista, Andrej Babis pudo vivir, estudiar y trabajar en el extranjero. El magnate de 71 años, uno de los hombres más ricos del país gracias a su emporio agroalimentario Agrofert –que colocó en fideicomisos para evitar conflicto de intereses, pero que continúa controlando–, fue primer ministro del 2017 al 2021 y ministro de Finanzas durante los cuatro años anteriores a ese mandato.
Eje populista centroeuropeo
Aliado del húngaro Viktor Orbán y del eslovaco Robert Fico, el rico magnate checo Andrej Babis quiere reducir el apoyo militar a Ucrania
Ahora se declara admirador del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “Soy trumpista porque estoy de acuerdo con su programa”, dice a menudo Babis, aliado de dos vecinos centroeuropeos abiertamente trumpistas: los primeros ministros de Hungría, Viktor Orbán, y de Eslovaquia, Robert Fico.
Si su victoria se plasma en un nuevo Gobierno, se abre la perspectiva de un refuerzo del eje populista en Europa y de que Praga cambie la orientación occidental de su política exterior y de defensa, y reduzca su apoyo a Ucrania. “Queremos salvar a Europa... y somos claramente proeuropeos y proOTAN”, rebatió el sábado por la noche Andrej Babis a preguntas de periodistas en Praga.
Aunque Babis es menos prorruso que Orbán y Fico, quiere reducir el apoyo militar a Kyiv con el argumento de que la prioridad son los problemas económicos de los checos. Durante la campaña, prometió rápido crecimiento, salarios y pensiones más altos, e impuestos más bajos. También prometió cancelar la iniciativa checa de compra de proyectiles de artillería para Ucrania en el mercado mundial, lanzada hace un año por el presidente, el ex general Petr Pavel.
El partido ANO –creado en el 2012 y en origen liberal y europeísta– no es ahora técnicamente de ultraderecha, pero en el 2024 Babis cofundó el grupo Patriotas por Europa, donde figuran formaciones de extrema derecha de países europeos. Pese a todo, recalcan analistas checos, Babis es un hombre de negocios pragmático a quien solo importa el poder, así que su trumpismo podría atemperarse y las tensiones con Bruselas podrían no ser tan intensas como las de Orbán y Fico.
Pero los dos partidos cuyo apoyo necesita tienen agendas radicales y en algo les tendrá que contentar. El ultraderechista Libertad y Democracia Directa reclama que Chequia abandone la OTAN y la UE –cosas que Babis ni se plantea– y Los Propios Automovilistas rechaza todo atisbo de medida verde. La alianza de socialdemócratas y comunistas ¡Ya basta! (Stacilo!), también invocada como potencial socio de Babis, quedó fuera de combate al no alcanzar el 5% de votos mínimo necesario para tener representación parlamentaria.
Estaban llamados a las urnas 8 millones de electores para elegir a los 200 diputados de que consta la Cámara Baja, y competían en total 26 partidos y coaliciones, con un umbral mínimo del 5% para partidos, del 8% para coaliciones formadas por dos partidos, y del 11% para alianzas de tres o más formaciones. Por primera vez, los electores residentes en el extranjero (unos 500.000) pudieron votar por correo, cuando antes tenían que ir personalmente a las embajadas checas a depositar su papeleta.

